Por Washington Cabello
(De: La Voz de América, VOA).- La crisis de liderazgo en la Cámara de Representantes de Estados Unidos desatada hace casi un mes podría terminar esta semana con la elección del congresista republicano Paul Ryan como presidente.
O quizá todavía no termine. Los miembros de la facción conservadora conocida como Freedom Caucus que han manifestado su apoyo a la elección de Ryan están siendo atacados fuertemente por sus propios seguidores, los mismos que hace una semana ofrecían solo elogios por haber logrado sacar del poder al anterior presidente John Boehner.
Los principales comentaristas radiales conservadores, que en gran parte, crearon el movimiento contra Boehner, también se han lanzado contra Ryan y sus apoyos.
Laura Ingrahan, una de las comentaristas, dijo que Ryan “básicamente es otro John Boehner con mejores abdominales”, en referencia al buen estado físico en que se mantiene.
Otro más, Mark Levin, dijo que si Ryan es “lo mejor que el establishment republicano puede dar”.
Hay que buscar al presidente afuera de la Cámara, agregó.
Las críticas han aumentado mientras aún resuenan las palabras del propio Ryan, quien expresó que “este no es el trabajo que he querido o que he buscado”, remarcando que ha aceptado el reto solo de manera renuente.
Ryan, que dijo que sería presidente si todos los republicanos se unían detrás de él, pondrá a prueba esa unidad casi inmediatamente después de que sea electo, ya que antes del 3 de noviembre el congreso tendrá que elegir entre subir el techo de la deuda o declarar a Estados Unidos en impago.
Los más extremistas querrían que los republicanos hagan verdadera oposición al gobierno del presidente Barack Obama, así se llegue hasta las últimas consecuencias. Los más moderados no están dispuestos a cerrar el gobierno o hacer que incumpla sus obligaciones.
“Un gobierno dividido es difícil. Es frustrante”, dice el congresista republicano, Joe Pitts. “Pero eso es lo que el pueblo estadounidense nos ha dado”.
Se espera que Ryan sea respaldado por la fracción republicana de la Cámara mañana y elegido presidente por el pleno el jueves, concluye.