El terrorismo y la utopía de la seguridad global

 

Por Willians De Jesús Salvador

La sociedad global ha sido estremecida por el terrorismo internacional, los acontecimientos de Francia, Mali y la explosión del avión ruso en Egipto, constituyen una expresión de violencia que necesariamente debe mover a reflexión al liderazgo mundial.

El terrorismo es un fenómeno que no discrimina sus víctimas, las cuales frecuentemente son inocentes y ajenas a los factores que originan la ira desenfrenada de los autores de estos hechos abominables.

El terrorismo contemporáneo que se está registrando en las diferentes latitudes del mundo, tiene diferentes características, puede ser religioso, comercial, político y de Estado, la finalidad es la dominación de un grupo determinado sobre otro conglomerado. Considero importante definir, conceptualizar y tipificar para su mejor comprensión.

Definición gramatical, que siguiendo el diccionario de la lengua española, editado por la Real Academia Española, lo define así: «(del Latín terror). Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror».

Definición Jurídica, que de acuerdo al diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales de Manuel Osorio, lo define así: actos de violencia en contra de personas, la libertad, la propiedad, la seguridad común, la tranquilidad pública, los poderes públicos y el orden constitucional o contra la administración pública»

Definición Militar: » serie de actos de violencia, destinados a infundir terror por medio de la eliminación de personas. Crea un estado físico y espiritual que prepara a la población para su captación y conquista y que facilita su dominación. El terrorismo tiene un objetivo aparente y sin mayor sentido en sí mismo, como es la difusión del miedo, pero su finalidad real pasada es, juzgar al pueblo, a través de la aplicación de un metodología activa y esencialmente lo torturan».

Si observamos la historia de los acontecimientos terroristas a través de la historia este es un mal ancestral, y es parte indisoluble de la historia de la humanidad.

Según, Cesar Cisneros Salvatierra, en la monografía Terrorismo Internacional, hace un resumen interesante de las organizaciones terroristas y acontecimientos que han marcado la historia: “Las sociedades secretas en algunas culturas tribales mantenían su dominio por medio del terror. Ya en el siglo XII, un grupo ismailí de los musulmanes shiíes, los ‘Asesinos’, llevó a cabo campañas terroristas contra musulmanes suníes. En Irlanda, grupos protestantes y católicos se aterrorizaron mutuamente tras la Reforma. En su forma moderna, sin embargo, el terrorismo sistemático recibió un gran impulso a finales de los siglos XVIII y XIX con la propagación de ideologías y nacionalismos seculares tras la Revolución Francesa.

Emperatriz Isabel, esposa de Francisco José I

Adeptos y detractores de los valores revolucionarios utilizaron el terrorismo tras las Guerras Napoleónicas. El nacionalismo imperialista que en Japón condujo a la restauración Meiji en 1868 estuvo acompañado de frecuentes ataques terroristas al shogunado Tokugawa. En el sur de los Estados Unidos de América, se creó el Ku Klux Klan tras la derrota de la Confederación Sudista en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) para aterrorizar a los antiguos esclavos y a los representantes de las administraciones de la reconstrucción impuesta por el Gobierno Federal. En toda Europa, a finales del siglo XIX, los partidarios del anarquismo realizaron ataques terroristas contra altos mandatarios o incluso ciudadanos corrientes. Una víctima notable fue la emperatriz Isabel, esposa de Francisco José I, asesinada por un anarquista italiano en 1898. El movimiento revolucionario ruso existente antes de la I Guerra Mundial tuvo un fuerte componente terrorista.

En el siglo XX, grupos como la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia, la Ustashi croata, y el Ejército Republicano Irlandés (IRA) realizaron a menudo sus actividades terroristas más allá de las fronteras de sus respectivos países. Recibían a veces el apoyo de gobiernos ya establecidos, como fue el caso de Bulgaria o de Italia bajo el líder fascista Benito Mussolini. Este tipo de terrorismo nacionalista apoyado por el Estado provocó el asesinato de Francisco Fernando de Habsburgo en Sarajevo en 1914, lo que dio origen a la I Guerra Mundial.

Tanto el comunismo como el fascismo utilizaron el terrorismo como instrumento de su política, contando con defensores entusiastas como Liev Trotski y Georges Sorel (quien representó intermitentemente ambos extremos del espectro político). La inestabilidad política existente durante las décadas de 1920 y 1930 dio pie a frecuentes actividades terroristas. El terrorismo tendió a integrarse dentro del conflicto más amplio de la II Guerra Mundial.

La ola terrorista en la década del sesenta, en el Oriente Próximo fue escenario en el que las naciones árabes se enfrentan contra Israel. Esta lucha tiene sus orígenes a finales de la década de los cuarenta, cuando radicales judíos, como la banda Stern y el Irgun Zvai Leumi, utilizaron el terrorismo contra las comunidades árabes y otros grupos en su lucha por la independencia de Israel.

Durante y después de la década de los sesenta, sus adversarios árabes decidieron utilizar el terrorismo de forma mucho más sistemática. La expulsión de guerrillas palestinas de Jordania en septiembre de 1970 fue conmemorada con la creación de un brazo terrorista extremista llamado Septiembre Negro. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) ha llevado a cabo operaciones terroristas y de comando tanto en Israel como en diversos países del mundo. El terrorismo internacional con base palestina disminuyó durante la década de los ochenta, en un esfuerzo de la OLP por ganarse el apoyo mundial hacia su causa, pero surgieron nuevas formas relacionadas con la revolución acaecida en Irán y el auge del fundamentalismo islámico.

En Alemania Occidental, la llamada Facción del Ejército Rojo, más conocida como la banda Baader-Meinhoff, efectuó numerosos atracos a bancos y asaltó instalaciones militares estadounidenses. Sus acciones más espectaculares tuvieron lugar en 1977 con el secuestro y asesinato de un importante industrial, Hans-Martin Schleyer y el posterior secuestro, realizado por simpatizantes árabes, de un avión de Lufthansa con destino a Mogadiscio, en Somalia. Al igual que lo hiciera el grupo terrorista japonés Ejército Rojo, los miembros de la banda alemana colaboraron a menudo con los terroristas palestinos, siendo de especial relevancia el asesinato de atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. A finales de la década de los setenta, la mayor parte de los activistas de la Facción del Ejército Rojo se encontraba en prisión o habían muerto.

Irlanda fue escenario de terrorismo llevado a cabo por el IRA tras la II Guerra Mundial surgió a partir del movimiento irlandés a favor de los derechos civiles de los años sesenta, que reclamaba mejores condiciones para los católicos de Irlanda del Norte.

Latinoamérica en la década del 60 , empezaron los movimientos terroristas por guerrillas urbanas, podemos citar a Sendero Luminoso, grupo terrorista maoísta del Perú, se convirtió en uno de los ejemplos más sangrientos y famosos por el uso de tácticas muy cruentas destinadas a desestabilizar el Estado y a provocar por parte de éste medidas de represión.

Colombia en la década de los noventa el crimen organizado recurre al terrorismo para buscar sus intereses, algunos miembros del cártel de la cocaína en Colombia utilizaron tácticas terroristas para dificultar la aplicación de las leyes orientadas a luchar contra el tráfico de drogas. La FARC que actualmente está en negociación para acordar un alto al fuego definitivo sus actuaciones ha sido tipificada como terroristas.

El FBI, al referirse al terrorismo en América Latina, señala: «Es uno de los problemas claves con los que históricamente los países de América Latina se han tenido que enfrentar. Las causas sociales y económicas de estos fenómenos son ampliamente conocidas. Los gobiernos de América Latina a menudo han respondido al terrorismo con medidas altamente represivas, que no sólo incluyen a los presuntos terroristas, si no que violan los derechos fundamentales de la población en general. La otra respuesta típica, el terrorismo de estado, es la causa mayor de violaciones a los derechos humanos en el continente.»

España ha sido objeto de un terrorismo caracterizado por secuestros, extorsiones, coches bombas y asesinatos por la banda armada ETA, este clima de terror e inseguridad ha marcado varias décadas de la vida de un país lleno de grandezas históricas y valores cristianos.

En la República Dominicana, el terrorismo ha sido de carácter político y se ha centrado en la búsqueda del poder y/o para permanecer de un presidente o grupo gobernante en el control del Estado. Durante la tiranía del General Rafael Leónidas Trujillo, el terrorismo de Estado fue la base de su permanencia en el poder, el crimen organizado y la represión a la disidencia o desafectos al régimen «no tenía límites».

El 11 de diciembre del año 1963, estalla una bomba en los sanitarios de la Secretaria de Salud Pública, estaba Manolo Tavárez Justo con su guerrilla en las Manaclas, tras el Golpe de Estado contra Juan Bosch. El 25 de diciembre de ese mismo año una bomba destruye los controles de Radio Televisión Dominicana. Los doce años de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, se repitan en la historiografía moderna como los años en que el terrorismo fue una política de Estado, para el presidente de turno mantenerse en el poder, fue una era que me tocó vivir la adolescencia, y puedo asegurar que los jóvenes llegábamos a adulto camino del cementerio.

No hay lugar seguro en el planeta, sea en la tierra o en la atmósfera seguro. El terrorismo no tiene límite, ni patrón conductual, ni racionalidad, por tales razones controlarlo es una tarea casi imposible, los estrategas de los actos terroristas calculan sus acciones en lugares impensables y sus víctimas son inocentes e indefensos, por estas razones es que afirmamos: El terrorismo es una utopía en la seguridad global.

El autor es Médico, diplomático, analista de política internacional. Reside en Santiago, República Dominicana. williansdejesuss@gmail.com

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