Por José Luis de la Calva
(ROMA, Italia, Vatican Insider).- El Papa Francisco Aterrizó hoy a las 14.47 horas en el aeropuerto internacional ‘Jomo Kenyatta’ de la capital Nairobi, después de siete horas de viaje a bordo del avión de Alitalia A330 («Giotto»), siendo esta la primera vez que toca suelo africano.
El Pontífice fue recibido por el presidente Uhruru Kenyatta, por el cardenal John Njue y otros purpurado y obispos africanos.
Una de las tradiciones de los viajes pontificios son los telegramas del Papa a cada uno de los países sobrevolados, con sus mejores saludos y bendiciones de paz y de prosperidad. Empezando por Italia. En el momento de emprender su Viaje Apostólico a Kenia, Uganda y República Centroafricana, «movido por el vivo deseo de encontrar a los hermanos en la fe y a los habitantes de esas queridas naciones» – se lee en el telegrama enviado al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella – el Santo Padre asegura asimismo su ferviente oración por el bien y la prosperidad de todo el pueblo italiano.
Durante las siete horas del viaje del Papa Francisco de Roma a Nairobi, los otros países que sobrevoló fueron Grecia, República Árabe de Egipto, República de Sudán y Etiopía.
Papa Francisco está llevando a cabo uno de sus viajes más difíciles y más peligrosos. Seis días en tres padres: Kenya, Uganda y la República Centroafricana, para llevar «reconciliación», «Paz y perdón».
Francisco no quiere renunciar al contacto con la gente, con el pueblo y con los más necesitados. A pesar de las advertencias sobre posibles atentados, el Papa se desplazará por las calles de las ciudades africanas con el «papamóbil» descubierto.
En Nairobi, el gobierno ha desplegado a 10 mil policías, con el apoyo de otros 10 mil voluntarios del Servicio Nacional de la Juventud. Las principales vías de la ciudad estarán cerradas al tráfico.
También Uganda indicó que la seguridad del Papa será garantizada por la presencia de unos 10 mil agentes.
Pero lo que más preocupa es la etapa en la República Centroafricana; en la capital, Bangui, se llevará a cabo la apertura anticipada del Jubileo de la Misericordia. Esta etapa fue fuertemente deseada por el mismo Papa, a pesar de las advertencias.
La seguridad del Papa en Kenya estará en manos de 3 mil cascos azules. Aunque, como él mismo indicó durante el vuelo de Roma a Nairobi: «¡Lo único que me preocupan son los mosquitos!».
La violencia y el terrorismo se alimentan con la desesperación de la pobreza
Las palabras de Francisco durante su primer discurso en Kenya, en el encuentro con las autoridades políticas
(Autor: ANDREA TORNIELLI, ENVIADO A NAIROBI).- «La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración». Lo dijo Papa Francisco en su primer discurso en Kenya, ante el presidente Uhuru Kenyatta y las autoridades del país, reunidas en el jardín de la State House de Nairobi, bajo una gran tienda.
«La lucha contra estos enemigos de la paz y la prosperidad —añadió Papa Bergoglio— debe ser llevada a cabo por hombres y mujeres que creen en ella sin temor, y dan testimonio creíble de los grandes valores espirituales y políticos que inspiraron el nacimiento de la nación».
Francisco, que pronunció su discurso en inglés, recordó que Kenya fue «bendecido» no solo con una «inmensa belleza, en sus montañas, en sus ríos y lagos, en sus bosques, sábanas y semidesiertos, sino también con la abundancia de recursos naturales».
«La grave crisis ambiental —indicó el Pontífice argentino— que afronta nuestro mundo exige cada vez más una mayor sensibilidad por la relación entre los seres humanos y la naturaleza.
Tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras la belleza de la naturaleza en su integridad, y la obligación de administrar adecuadamente los dones que hemos recibido». Palabras que anticipan los temas delicados que serán afrontados en la conferencia de París, que se llevará a cabo dentro de pocos días, dedicada al calentamiento global.
Francisco continuó: «en un mundo que, en vez de proteger, sigue explotando nuestra casa común, estos valores deben inspirar los esfuerzos de los líderes nacionales para promover modelos responsables de desarrollo económico».
De hecho, hay una clara relación entre la protección de la naturaleza y la edificación de un orden social justo y equitativo, por lo que «no puede haber una renovación de nuestra relación con la naturaleza, sin una renovación de la humanidad misma».El Papa después habló sobre una de las ‘plagas’ de África: «en la medida en que nuestras sociedades experimentan divisiones, ya sea étnicas, religiosas o económicas, todos los hombres y mujeres de buena voluntad están llamados a trabajar por la reconciliación y la paz, el perdón y la cura de los corazones. La tarea de construir un orden democrático sólido, de fortalecer la cohesión y la integración, la tolerancia y el respeto por los demás, está orientada primordialmente a la búsqueda del bien común».
Francisco concluyó su primer discurso africano invitando a la clase dirigente de Kenya a «proteger a los jóvenes», invirtiendo en ellos, a «trabajar con integridad y transparencia por el bien común, y fomentar un espíritu de solidaridad en todos los ámbitos de la sociedad. Yo les exhorto, en particular, a preocuparse verdaderamente por las necesidades de los pobres, las aspiraciones de los jóvenes y una justa distribución de los recursos naturales y humanos con que el Creador ha bendecido a su país».
En su discurso de bienvenida, el presidente keniata indicó «Yo fui a una escuela católica», y recordó que la Iglesia ha sido y es un «fuerte socio del Estado para el desarrollo social y económico del país». Kenyatta también aseguró: «Queremos combatir el vicio de la corrupción y de las ganancias ilegales que provienen de la explotación del medio ambiente». Y concluyó pidiendo al Papa que rezara por él y por el país.
Antes de encontrarse con las autoridades del país, el Papa visitó a Kenyatta, libró el libro de oro y se reunió en privado con el presidente. Al mismo tiempo, se llevó a cabo un encuentro bilateral entre las delegaciones vaticana y keniata, en el que participó el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin.