Por Rafael Peralta Romero
Comentaristas de la política dominicana vaticinan que el doctor Leonel Fernández, ex-presidente de la República, se integrará muy pronto a la campaña por la reelección del actual mandatario, Danilo Medina, quien con malas artes truncó a Fernández, presidente del partido de gobierno, las aspiraciones de retornar a la jefatura del Estado.
Los mismos comentarios apuntan hacia un cuestionamiento de la actitud de Fernández por presuntamente no fijar posición o emitir opinión en torno al proyecto reeleccionista de Medina.
Tal recriminación rememora aquellos tiempos en los que el hombre enviaba recados a la mujer pretendida con una amiga o una prima de ésta.
Todos hemos percibido el silencio de Leonel Fernández después de la atropellante alteración a la Constitución dirigida por el presidente Medina y su equipo. Ese silencio se ha tornado visible y tangible y esas mismas condiciones lo hacen elocuente, pero su función en el Partido de la Liberación Dominicana le impone al político un obligado recato.
Allegados y colaboradores del exmandatario actúan y hablan con menos moderación. Resulta fácil descubrir la indignación de los amigos de Fernández respecto de los excesos del grupo que gobierna.
El presidente Medina sobornó a 181 legisladores para que aprobaran el cambio al artículo 124 de la Carta Magna, que le impedía repostularse.
Sin saber qué pasará en las elecciones de este año, ciertos adulones bien pagados ya andan pregonando que el Presidente intentará continuar en los comicios de 2020. Esos cazadores de oportunidades dejan evidenciado con sus decires que Danilo Medina no es hombre de quien fiarse. Leonel Fernández lo está sintiendo en carne viva.
Durante sus veintitrés años de lucha desde la oposición, el PLD dio muestras suficientes de ser un partido unificado y bien organizado. Correspondió a Leonel Fernández ser el primer gobernante llevado por esa organización. Ha gobernado durante doce años y facilitó a los dirigentes de su partido salir de la pobreza. Algunos muestran una opulencia vergonzosa.
Danilo Medina, un beneficiario de las gestiones de Fernández, no se conforma con gobernar cuatro años. Quiere más, forma un grupo interno con muchos externos y pretende liquidar a su antiguo jefe. Lo primero fue trazar una inmensa cortina de acero para desviar los vientos que soplaban a favor de Fernández, quien se sentía a un paso del gobierno.
Algunos sugieren cínicamente que Fernández se lance a las calles a promover la reelección de Medina. Esos mismos alicates saben que el triunfo de Medina en las próximas elecciones sería el golpe final para Fernández, su liquidación. El pueblo dominicano definiría esa circunstancia con una frase proverbial: afilar cuchillo para su propia garganta. ¿La afilará Fernández?
el que escribios esto comentario del los compañeros Leonel Fernandez y Danilo Medina esta muy lejo de la realidad, porque el PLD no es ni sera un partido de individuos si no de organimos y decir que los compañero Danilo Medina o otros se beneficiaron del gobierno que precidio el compañro Leonel es sembrar sizaña porque en el PLD Todos los compañeros y comapñera miembros del partido tenemos los mismo derechos y responsabilidades y esta es servir al partido para servir al pueblo, si si el que escribes cre que hay compañeros que se han servido de su pociones que presentew las prueba para que sean expursado del partido. pedro mota, miembro del partido