Por María Celsa Rodríguez
Amnistía Internacional lanzó una «acción urgente» para exigir la «inmediata liberación de Milagro Sala y la no criminalización de la protesta social». Sin embargo fue rechazada la acción de habeas corpus para liberar a la líder detenida de la agrupación Tupac Amaru, quien seguirá presa.
Ya que está “acusada por “instigación a cometer ilícitos y tumultos”, derivada de la protesta y acampar frente a la gobernación provincial”. La dirigente que fue apoyada por el ex presidente Nestor Kirchner, luego por Cristina Kirchner y que seguramente si Daniel Scioli ganaba las elecciones presidenciales seguiría recibiendo el apoyo oficial; se manejó con la soberbia de creerse la mimada rebelde del gobierno, que “gobernaba” Jujuy desde la violencia.
“Las impunes e impúdicas “tácticas” de coacción exhibidas en los últimos tiempos por la “dirigente” de la CTA-ATE [Central de Trabajadores de la Argentina- Asociación Trabajadores del Estado], Milagro Sala, junto a su séquito de autómatas “perros guardianes”, tuvieron varios y brutales capítulos, uno de ellos durante un foco de tensión originado en el seno del Banco de Acción Social –Casa Central – a partir de faltantes detectados en las arcas de la institución.
Milagro Sala tiene un aparato de matones que golpea a los activistas que se le retaban. Hasta disciplina a golpes de palo a los marchantes, que la misma puntera esgrime y llama “el palo psicológico”, según denunciaron los trabajadores de El Carmen.
No podían faltar los “peajes” bajo apercibimiento de perder el plan, bingos sistemáticos obligatorios que sólo en la localidad recaudaban en conjunto alrededor de 3.500 pesos mensuales”.[1]
Se sabe que Sala recibía fondos que le llegaban desde el Ministerio de Desarrollo Social que estaba a cargo de Alicia Kirchner [cuñada de la Presidente Cristina]. Además se estima que su agrupación controla los boliches bailables, pero también tenían “flotas de combis que hacen traslados entre San Salvador y Bolivia. Eso llevó a que opositores acusaran a Sala y su entorno de tener vínculos con el contrabando y el tráfico de estupefacientes”.
En su libro, Christian Boyanovsky Bazán explica que “en octubre de 2009 –Sala-fue acusada de montar un “estado paralelo” y de comandar una “guerrilla en el norte del país”[…]. El actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales la “acusó a la dirigente de recibir “diez millones de pesos por mes” de parte de Néstor Kirchner, con supuestos fines clientelares”[3].
“Una denuncia presentada en la justicia federal reveló que la dirigente piquetera K, acredita un patrimonio personal de $ 3,734.000 pesos, cuyo origen no está claro, y además estaría evadiendo impuestos.
Se cita entre esos bienes de Milagro Salas un inmueble ubicado en el barrio Cuyaya de la capital jujeña con un valor de mercado de aproximadamente un millón de pesos.
Otro inmueble ubicado en el Dique La Ciénega compuesto por dos lotes juntos y valuado en 240 mil pesos y la construcción de una casa de tres pisos, con cocheras para cuatro autos y piscina estimada en 2 millones de pesos.
La presentación también menciona que Milagro Salas posee una camioneta Toyota Land Cruiser Prado VX valuada en 230 mil pesos; una camioneta Nissan Frontier 4X4 con valor presunto de compra en 72.700 pesos; un Fiat Stilo modelo 2008 con un valor de compra de 62 mil pesos y una camioneta Nissan X-Trail, automática, modelo 2007 con un valor de compra de 130 mil pesos.
La denuncia reseña que en algunos de los casos, los vehículos figuran como transferidos y se aclara que los bienes activos de la denunciada son parciales, “pudiendo ser propietaria de otros bienes en el país o en el extranjero (Uruguay) a nombre propio y/o de terceros”.[1]
Según el portal Seprin en un artículo titulado “El Ejercito y las armas de Milagro Sala” dice que “le atribuyen 500 armas registradas en el RENAR [Registro Nacional de armas] para su grupo. Cada arma costaría en promedio $2000. Cada Trámite puede estar $700 en el Renar. Además de cumplir muchos registros para la tenencia, como medio de “vida licito”.
Esto, [seria] una inversión estimada en 1,5 millones de pesos. Mas el costo de las municiones, suponiendo 50 balas por pistola 9 mm , a un promedio de $100 por caja , son $50.000 más en municiones”.
“Milagro Sala cuenta con una extensa lista de antecedentes violentos entre los que no sólo figuran piquetes, sino también la toma de instituciones gubernamentales, la usurpación de terrenos, vínculos con barrabravas, enfrentamientos armados y hasta se la relaciona con un asesinato”.[1]
En el 2007 su gente prendió fuego a la casa de gobierno de Jujuy donde en este vídeo (https://www.youtube.com/watch?v=yW5OYj9Jiz0) se la puede ver a Sala en medio de la humareda saludando a un “compañero” que cumplía años mientras el patrimonio histórico de Jujuy ardía y el legado de Manuel Belgrano, el prócer del éxodo jujeño, era víctima de ese infierno.
“El diario La Nación, en su edición del 25 de octubre de 2009, informó que hasta existe una causa (expediente 234-R-9) en el juzgado número 6 de Jujuy, en la que se investigan a dirigentes cercanos a Sala por un homicidio perpetrado en la capital provincial” [1]
Se dice que en su juventud, “Milagro Sala [fue] lustra-botas, se drogaba y robaba con sus amigos, hasta que las mujeres del Bajo Azopardo (prostitutas), la ayudaron y le hicieron entender que no llegaría a ningún lado por ese camino, entonces para cambiar su situación y salir de ese entorno, se hizo nombrar empleada pública de limpieza y con ello se metió en el curro de la política”.[1]
Según explica Mayari Castillo, Manuel Bastías y Anahí Durand en su libro, que “la dirigente de la organización Túpac Amaru, llega a la protesta de desocupados sin haber sido nunca obrera ocupada […] habiendo tenido algunos puestos en la municipalidad gracias a sus contactos con las redes políticas peronistas, alimentados desde el inicio de la militancia, -a los 18 años, en el PJ (Partido Justicialista)-. Su relación con un sector de ese partido, opuesto a la fracción dominante liderada por el ex Presidente Carlos Menem, la llevó a desarrollar una lucha muy marginal dentro de la CTA, que como dijimos, es un sindicato sui generis que se escindió de la CGT (Central General de los Trabajadores) […].
Dentro de esta estructura Milagro Sala se ocupa de gestionar un programa estatal llamado “Copas de Leche” cuyo propósito era la distribución de leche entre la población más desfavorecida de los barrios jujeños, en el marco de las actividades organizadas por el área social de la CTA. Esta actividad le permitió a Milagro Sala acumular un capital organizativo importante y un conocimiento concreto de la situación social en los barrios que se agregó a la experiencia propia de pobreza y marginalidad”.[2]
“Sala creó en 1998 la organización Tupac Amaru, que con el correr de los años cobró poder y, en la actualidad, cuenta con alrededor de 70.000 adherentes. En los juzgados de instrucción penal número 1, 5 y 6 de Jujuy hay causas abiertas contra muchos de sus integrantes por robos, tenencia de armas y usurpación de tierras”.[1]
Pero no solo cuenta con armas, muchas propiedades y autómoviles, también tiene un ejército propio a quien motiva y maneja a su antojo (https://www.youtube.com/watch?v=VpRZzWUkw3A).
Con su manejo agresivo, no respetando autoridad ni instituciones, y moviéndose con el poder que le da la impunidad, Sala se llevó por delante todo lo que se le cruzó en su camino. Sus seguidores y adherentes, que hoy levantan su voz siguiendo los métodos de los cortes de rutas y la toma de plazas y calles, reclaman la libertad de la diputada por el ParlaSur (El Parlamento del Mercosur). Una “política” que no entendió que significa la democracia, y que durante mucho tiempo, amparada por el kirchnerismo, no respetó derechos ni libertades.
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Referencias:
[1] EL EJÉRCITO Y LAS ARMAS DE MILAGROS SALA
http://seprin.info/2010/11/04/el-ejercito-y-las-armas-de-milagros-sala/
[2] Mayari Castillo, Manuel Bastías Y Anahí Durand, “Desigualdad, legiltimación y conflicto:Dimensiones políticas y culturales de la desigualdad en América Latina”. Ediciones Universidad Alberto Hurtado
[3] “El aluvión: Del Piquete al Gobierno. Los movimientos sociales y el kirchnerismo” de Christian Boyanovsky Bazán – Editorial Sudamericana