Por Ricardo Bustos
Las 10 de la mañana y las calles desoladas, pero también los comercios y eso es muy grave para la economía.
¿Quienes se fueron por el fin de semana largo?… la gran mayoría del pueblo argentino, vive de su salario y no está en condiciones de arriesgar un centavo, motivo por el cual es fácil sacar conclusiones.
Los que tenemos un poder adquisitivo para vivir “al día” y sin temor a equivocarme, creo somos la mayoría, obviamente aguardamos el día de cobro para “pagar cuentas” y lo poco que sobra guardarlo pues la bicicleta con la tarjeta de crédito nos está destruyendo y tratamos que la sorpresa cuando llega el resumen sea menos traumática. Como ejemplo por un gasto de 1,180 pesos a pagar en 2 cuotas en un supermercado la entidad financiera me cobra 1,490 pesos y calladito la boca…sin chistar.
Hay países donde la inflación se encuentra controlada por debajo del 10% anual, otros con inflaciones medias que no superan el 20% anual y países en los que el crecimiento sostenido de precios ha superado el 100% anual, como argentina o peor aún Venezuela, en donde la variación de los precios alcanza el 50% mensual. Si bien es cierto, nosotros estamos entre los de mayor inflación, aún no hemos llegado a la hiperinflación, pero teniendo en cuenta que quien medía esos parámetros es el INDEC y habida cuenta de la desconfianza que generaban sus números por la mentira permanente, nos quedan grandes dudas.
Cuando un gobierno acarrea una pesada deuda, interna y externa (como el nuestro) cada vez resultará más complicado conseguir financiamiento genuino. Cuando las fuentes de crédito se agotan y los déficits son persistentes, los gobiernos suelen recurrir a la impresión de moneda como último instrumento para financiar sus gastos como lo hacía Boudou con la maquinita de Ciccone.
La emisión no genuina, es decir un incremento en la oferta de dinero no acompañado de un aumento en la demanda de moneda, genera un incremento en los precios.
Ya en el año en el año 2010, el porcentaje de índice de argentinos que vivían por debajo del nivel de pobreza era de 30% y no hace falta ser un genio para comprender que en este tiempo la cosa no ha cambiado para bien. Se pudo establecer a pesar del INDEC que desde el año 2011, cuando la ex-casi reina logró el 54 % de los votos, se otorgaron más de 9,500.000 (si…nueve millones y medio) de planes a ciudadanos de todas las edades, entre los que podemos identificar a aquellos que están en condiciones de trabajar y recibir una justa remuneración, aunque el gobierno de entonces los contabilizó como nueva masa laboral incorporada al sistema económico para demostrar que la desocupación había disminuido.
Entre los que no han podido salir de «vacaciones», se encuentran los 12,534.000 de individuos que son pobres, de los cuales 4,507.000 ni siquiera pueden adquirir la Canasta Básica Alimentaria, por lo cual son indigentes y están por debajo de la línea de la pobreza.
El día menos esperado llegó y la verdad estalló, desnudando la realidad y como siempre todo el peso de la angustia y el dolor ha caído sobre los mismos pobres que hoy por una dádiva son arrastrados para tener un “voto cautivo”, mientras tanto, muchos gobernantes con su lujosa y mentirosa vida de derroches mostrando aquello que no fueron, ni son y mucho menos serán, tienen siempre preparadas sus valijas, sus dólares en algún paraíso fiscal y algún político amigo en el exterior que los acune cuando deban comenzar su largo sueño, hasta despertar de la mentira. Ese día, le rogaran a Dios volver a ser “Cachito” o “Laurita” el pibe y la piba del barrio que saludaban todos.
Los gobernantes actuales hace días están tratando de tapar la mayor cantidad de agujeros posible, aunque de nada sirve continuar achacando culpa a los gobiernos anteriores porque todos los candidatos estaban en conocimiento de la crisis que se estaba viviendo, por lo tanto tendrán que hacer mucho esfuerzo para lograr estabilizar al menos a un país que no se fué de vacaciones y tampoco puede sobrevivir con lo que hoy tiene en su casa.
«Aconsejar economía a los pobres es a la vez grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre». Oscar Wilde, (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556