Por Ricardo Bustos
Para escribir la historia no necesitamos ser muy lúcidos. Basta sólo con leer un poco y cotejar entre dos o tres relatores del momento, para darnos cuenta que esta mentira existió siempre y no es acusando a uno u otro que nos sacaremos las culpas de encima.
Nuestros principios solidarios con el amigo «de turno», muchas veces nos hacen caer en el pecado de otorgar, callar y lo más grave aún, acompañar la continuidad de los actos que en nada se condicen con el buen desempeño del gobernante.
Dice el refrán que «para ser buen patrón, primero debemos haber sido buen peón» y eso significa que supimos rendir en nuestras tareas y aprender de la experiencia de quien nos guiaba para ello. Aprender es literalmente experiencia, pero vemos que la dirigencia no adquirió la misma o bien no estudió la historia contemporánea y solo buscó en sus líderes el espejo para verse reflejado. Lo cierto y debemos aceptarlo, es que para ser gobernante no se estudia, se aprende de la enseñanza que dejaron los buenos dirigentes, porque los hubo y muchas veces no los dejaron gobernar.
Es muy simple, queridos funcionarios políticos, no demos mas vueltas… «memoria también es la capacidad para recordar una cosa» y le agregamos… «tratar por todos los medios de volver a hacer las cosas bien, para no hacer pasar tanto dolor y sufrimiento al pueblo».
Como representantes nuestros, les pediría por favor que no acepten más, callándose la boca, los mensajes mentirosos que nos hablan de una jubilación «digna» de 5,000 mugrosos pesos, cuando un kilo de carne cuesta $ 140.
No permitamos que desde un Ministerio de Educación se hable de inclusión educativa, cuando ustedes saben que a cada momento brotan de las baldosas los pobres analfabetos porque en Argentina todos los chicos deben pasar de grado sin saber cuanto es 4+4, con el consiguiente deterioro social.
La pobreza y analfabetismo existen y no la pueden esconder mas. Los jóvenes hoy escriben como hablan con sonidos «guturales» pero entre ellos se entienden y eso es un síntoma que ha dejado la pobreza en la educación porque no dejan de ser analfabetos a la hora de intentar desarrollar un tema que salga de los límites de su entorno cotidiano.
A cualquier hora del día podemos observar con mucha tristeza una enorme cantidad de niños y jóvenes practicando el juego de la «nada».
Estoy absolutamente en contra de aquellos que juzgan por la portación de rostro, pero no nos vayamos de un extremo a otro y a partir de ahora, como ciudadanos que hemos decidido apretar los dientes e iniciar un nuevo camino junto a los nuevos gobernantes, debemos exigir con respeto que cumplan con todo lo que prometieron en sus respectivas campañas políticas, porque todos los candidatos sabían con qué se iban a encontrar llegada la hora del triunfo electoral.
Muchos gobernantes, deberán pasar nuevamente por la Escuela y aprender un poco de lengua, historia y cualquier tema que se relacione con la verdadera educación cívica.
Me gustaría que alguna vez, los partidos políticos antes de postular a algún candidato o funcionario, le hagan un completo estudio sobre su cultura general, requiriendo para ello el analítico como se pide en cualquier empresa, para saber al menos su capacidad y forma de actuar ante la sociedad, llegado el momento de ocupar un cargo y no esperar a tener que superar cuatro años con un «político funcionario» como el caso de Ottavis, el Diputado ex-presidente del bloque PJ en la Legislatura Bonaerense (novio de la chica Xipolitakis) que su único mérito es recibir órdenes de la ex-casi reina allá en su lugar en el mundo, para frenar en su momento, el presupuesto que le podía cambiar un poco la vida a los ciudadanos y no demuestra tener una buena lectoescritura.
Párrafo aparte para dirigentes barriales como Luis D’Elía, a quien una parte del pueblo lo benefició entregando con los ojos cerrados una banca de Diputado para que públicamente nos diga que odia a los blancos y a los judíos, o Milagro Sala, Diputada Provincial y electa al Parlasur para que nos represente fuera del país y se robó hasta las canillas.
Queridos representantes nuestros, con el mayor respeto, esta sociedad les dice que han tenido suficiente tiempo limitándose a interpretar nuestros problemas de diferentes maneras y no a solucionarlos, ahora es tiempo de resolverlos.
En síntesis, como ciudadano que ya sufrió la gestión de muchos gobiernos que defraudaron al pueblo, me duele que todo se circunscriba a la crítica a los opositores y no a gestionar. No se puede vivir mirando hacia atrás para buscar culpables. ,Hace años todos sabían cómo estaba la economía del país y lo que sucedería cuando el gobierno fuera de otro signo político, por lo tanto nadie puede hacerse el distraído.
Ahora se trata de transformar en soluciones todos los reclamos escuchando a la gente y comprender que no es difícil gobernar sin sobresaltos cuando todos tiran para el mismo lado. Al ciudadano común le interesa, y mucho, lo que sucede en su barrio, ciudad o provincia y no el mandato que baja de la Casa Rosada para las sucursales en el interior.
La macroeconomía es importante para aquellos a los que realmente les sirve, pero a nosotros, que vivimos el día a día, sólo nos preocupan los precios de la góndola, las tarifas de luz, agua y gas, el precio de los medicamentos y todo lo que representa un presupuesto hogareño, esa microeconomía que cabe en un solo bolsillo y ya sabemos lo que nos permite hacer.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556