Por Héctor Silvestre hijo
Desde qué iniciamos contactos de manera directa, hace ya algunos años, nos dimos cuenta de que Juan Hubieres no era el sujeto rudo que pretendían presentar las bocinas altoparlantes de algunos medios de comunicación, sino más bien un ser afable, sencillo y de trato agradable y cálido.
El hombre fuerte del transporte, de ideas progresistas y de discurso duro, se había anotado su primer éxito político cuando fue electo diputado por Monte Plata en 2010, alcanzando una cantidad récord en esa provincia con casi 13 mil votos.
En diciembre pasado, el «Hombre Rebelde» fue noticia, cuando algunos congresistas de la bancada oficialista lo acusaron de estar armado dentro del hemiciclo, pero la realidad es que el objetivo de fondo era desviar la atención porque Hubieres había tronado en contra, como de costumbre, de uno de tantos préstamos multimillonarios que el gobierno de turno suele tomar. Dinero que no es invertido en proyectos que impulsen el desarrollo, sino para financia la corrupción y consolidar la pobreza en nuestro país.
Hoy Juan Hubieres es el candidato a senador por la provincia de Santo Domingo, y respaldado por una coalición de partidos, entre los que destacan el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), el Frente Amplio, Dominicanos por el Cambio (DxC), Partido Humanista Dominicano (PHD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Hubieres es el candidato idóneo porque reúne las cualidades de un excelente parlamentario: nadie lo intimida, dice lo que tiene que decir y no se presta a acciones deshonestas.
En febrero pasado, en un acto de proclamación en la Casa Nacional del PRSD, el líder de esa organización y candidato presidencial, Hatuey De Camps, dijo: «Es muy difícil que donde Juan esté no lo apoyemos…Así qué respaldáremos su candidatura porque Hubieres ha demostrado que tiene principios».
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