Por Ricardo Bustos
Cuando el Teniente General Perón estuvo en el exilio, primero lo hizo en Paraguay en donde el entonces presidente General Stroesner (hombre de extrema derecha), le otorgó asilo y luego recorrió otros países de América hasta recalar definitivamente en España, y fue su anfitrión el Generalísimo Franco, (también hombre de extrema derecha). Franco lo protegió hasta el día de su retorno a la Argentina, acompañándolo incluso hasta el Aeropuerto de Barajas en Madrid, despidiéndole como un viejo AMIGO.
Si de Derecha o Izquierda hablamos, no olvidemos que el Generalísimo Franco fué aliado de Hitler pero se mantuvo imparcial por si hacía falta algún favor al régimen Nazi. La política contemporánea, ha tenido a la»madre patria» como refugio transitorio toda vez que las papas quemaban por nuestra geografía latinoamericana.
Estela Martinez viuda de Perón, la otra dama presidente que supimos tener, una vez cumplida su condena en argentina, se radicó definitivamente en España y casualmente porque era muy amiga de la familia del ex dictador Francisco Franco, quien le dio protección y contención dado su estado de abandono social y político desde que fué derrocada.
Los argentinos, deberíamos sacar los muertos que tenemos en el ropero y de una vez por todas blanquear el pasado borrascoso que nos ha llevado a destruir el país. Las guerrillas o los militares, en algún punto de la historia fueron sospechosamente «socios» y prueba de ello fueron los encuentros furtivos de Firmenich, jefe Montonero y Massera uno de los tres miembros de la junta militar de la dictadura.
En su libro «Montoneros, soldados de Massera», Carlos Manfroni relata los acuerdos entre «Montoneros» y Massera en París y en la isla Margarita de Venezuela con testigos tales como Muamar Gadafi presidente de Libia y Nicolás Ceacescu, presidente del partido comunista y primer ministro de Rumania, también llamado «el carnicero». Su gobierno fue derrocado durante la revolución de diciembre en 1989 en la que él y su esposa, Elena Ceacescu, fueron ejecutados de forma sumaria tras una mediática sesión en los tribunales de dos horas televisada para todo el país y en cuanto a Gadafi también sabemos como fué el final de sus días.
Resulta obvio que el propio jefe de la junta militar Jorge Rafael Videla, no formaba parte del proyecto político de Massera porque el tiempo nos demostró cómo fueron los últimos días de uno y otro militar en prisión, durante la gestión Kirchnerista.
Quienes no vivieron aquellos tiempos o no leyeron la rica literatura disponible deberán comprender que hay otra verdad. Lo importante es reconocer como ciudadanos que vivir del pasado no nos conduce a nada bueno, pero tampoco podemos negar los sucesos que conmovieron a nuestra nación. No se trata de alimentar rencores, odios y dolor que los argentinos en su gran mayoría queremos desterrar de la escena cotidiana.
Debemos ayudar a quienes intentan sacar al país adelante con otra forma de ver la política, pensando en la sociedad y las posibilidades de crecimiento que están a la vista de todos y no se aprovechan por desidia, ideologías truchas o pensamientos nefastos que no le hacen bien a nadie.
Con estos accidentes domésticos, de escritorio, máxime cuando se pasó la barrera de los 60. Cuando uno ya es «grande», le suceden cosas como a los niños, nos emocionamos con poco, disfrutamos de la vida lo mejor que podemos y sufrimos mucho cuando alguien nos trata mal o como dice Mirta Legrand…»te maltratan» y esto viene a cuenta porque hoy son muchos los jóvenes que adoctrinados por los herederos de aquellos cómplices de la mentira, se burlan de quienes hemos vivido y sufrido en carne propia ese nefasto tiempo sin estar de un lado u otro.
No somos «gorilas o fachos» por opinar de manera diferente. No debe haber peor ciego que aquel que no quiere ver. «Gorila» es un epíteto o término proveniente de la política interna argentina, usado históricamente para referirse de manera despectiva o peyorativa a los detractores del peronismo, en particular, los de los dos primeros gobiernos del general Juan Domingo Perón, entre 1946 y 1955. Con el paso de los años, la expresión se ha ido extendiendo en mayor o menor medida a otros países de América Latina, como sinónimo de “reaccionario de derecha”, especialmente muy utilizado por el hombre que habla con el pajarito en Venezuela o los «castigados» Dilma y Lula en Brasil o Evo Morales en Bolivia, Bachelet en Chile, Correa en Ecuador, en fin muchas coincidencias en ideologías y fracasos económicos empujados por la corrupción generalizada.
Visto el significado de la palabra «gorila», me pregunto…¿Como se les llamará a los reaccionarios de Izquierda?… porque tengo bien claro que las ideas no se matan y no es lo mismo ser de Derecha o Izquierda, que REACCIONARIO de ambas ideologías.
Así las cosas, al encontrarnos frente a intransigencias ideológicas, nos vemos imposibilitados de poner en funcionamiento la máquina del diálogo y la comprensión mutua y a este paso volveremos a décadas que no queremos retornar, en donde por pensar distinto, nos cruzábamos de vereda cuando de frente venía un circunstancial opositor.
Es una pena muy grande que parte de las generaciones herederas de las nuestras, no hayan entendido a quienes formaron los grandes Partidos Políticos, abrazándose en el ocaso de sus vidas aún en el disenso y pensando que era la única posibilidad de sacar a nuestra Argentina hacia adelante, no olvidando el pasado, pero tomándolo como experiencia para no reiterar los mismos errores, esos que algunos se empecinan en repetir, haciéndonos cómplices involuntarios de una situación que no queremos vivir nuevamente.
Solamente la Democracia con sus defectos o virtudes, es la única forma de construir por medio del consenso y la voluntad, la armonía que nuestra nación necesita, algo que nos está casi prohibido hace mucho tiempo, si no me equivoco… algo mas de 12 años.
Su Santidad Francisco, está haciendo esfuerzos tremendos para tratar de encontrar la paz en países que no logran ponerse de acuerdo por oscuros intereses, en territorios con historia milenaria mientras que aquí, sus informantes argentinos parece que todos los días le acercan el diario de Irigoyen porque de lo contrario no se puede entender la defensa que ha manifestado hacia una dirigente como Milagro Sala o el acompañamiento permanente de hombres como Guillermo Moreno, ambos exponentes de la violencia física y verbal en los últimos tiempos.
Nosotros que somos un pichón de país comparado con aquellos que están sufriendo guerras, exclusiones, hambrunas y sometimientos por intereses económico-políticos disfrazados de religión o ideologías, seguimos pensando en derecha o Izquierda cuando sabemos que hay otra vida mas sencilla y fácil de poner en práctica y es aquella que tiene sus bases en la tolerancia y la comprensión.
«En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras». Bertrand Russell Filósofo, matemático y escritor británico.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556