Por Ricardo Bustos
En Junio de 2013, Felicitas Sánchez escribía en La Nación que «en las Universidades se reciben solo 27 alumnos de cada 100 que ingresan». Es uno de los índices de graduados mas bajos de la región; en las facultades públicas es todavía mas notorio que en las privadas; burocracia y desinterés las causas.
Como ejemplo mencionaba los casos de algunos ex-alumnos que habían abandonado su carrera y los motivos que los llevaron a tomar esa determinación: Stefan Krailing se anotó en la carrera de Geología en 2009, cuando terminó el secundario. Nunca se había llevado una materia en el colegio y estaba muy entusiasmado con las posibilidades tanto de estudiar como de trabajar de geólogo en el futuro.
Sin embargo, después de intentar avanzar en la carrera durante tres años, tuvo que abandonar. «Ingresé en la carrera sin saber estudiar y con una mala base de matemática en el Secundario. Tuve que contratarme un profesor particular para que me ayudara con las materias exactas, y de todas formas no las pude aprobar. Insistí durante tres años, pero llegó un momento en que trabajaba en un call center, cursaba en la facultad e iba a clases particulares , y así y todo no me iba bien. Se me hizo insostenible y después de tres años tuve que abandonar».
Según opinión de Alieto Guadagni, el director del CEA (Centro de Estudios de la Educación Argentina) el problema principal está en el nivel de aprendizaje de la escuela media. «Los alumnos salen del secundario y no están preparados para afrontar las exigencias de la universidad», Por otra parte, voceros de la UBA coinciden en que uno de los mayores desafíos que los alumnos tienen a la hora de cursar los estudios superiores es que la mayoría debe trabajar y estudiar a la vez.
La indecisión vocacional de los alumnos es otro desafío que las universidades tienen muy presentes. Daniel Serrot, director del Departamento de Admisiones y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, afirmó que «el cambio de carrera es un fenómeno en aumento. Hoy hay mucha más incertidumbre, muchas más opciones, y a los estudiantes se les hace más difícil elegir la carrera y más patente el miedo a fracasar en la elección».
Datos de 2010 informaban que se recibieron en Universidades Nacionales 15 ingenieros hidráulicos, 24 ingenieros en petróleo, «3463 psicólogos y 10.258 abogados».
Hoy en 2016 y con el mayor respeto por las vocaciones profesionales me parece que la cuenta no le cierra a un país que necesita producir cada día mas porque con mas psicólogos y abogados que ingenieros, nos están mostrando que el país está enfermo o que la corrupción no tendrá fin y necesitaremos mas abogados para defendernos de mas problemas legales.
Según datos aportados por profesionales de la Universidad Nacional de Rosario, existen otros motivos de deserción y se relacionan con cuestiones económicas, falta de trabajo, disponibilidad horaria que acarrea el trabajar; la incertidumbre de la inserción laboral una vez recibidos; y en algunos casos aparecen razones de tipo “psicológico” o “emocional”, relacionadas al temor a la situación de examen. “En estos últimos casos, muchos alumnos optan por el cambio a carreras con perfiles académicos más prácticos y menor carga de lecturas”.
Si algo queda claro es que la facilidad que otorga la tecnología de internet, ha llevado a muchos jóvenes a abandonar la lectura y todo indica que hasta la poca paciencia ocupa un lugar importante a la hora de estudiar.
Si bien es cierto no contamos con estadísticas confiables, debemos aceptar que en el año 1995 Argentina tenía 35 millones de habitantes y hoy ya no podemos comprobar cuantos somos porque según el relato se habla de 40 millones de argentinas y argentinos, pero nacen por día miles de niños de Madres muy jóvenes, adolescentes y cada una de ellas reinciden en poco tiempo, por lo tanto hasta que un INDEC serio nos informe la realidad, no sabemos sobre que cantidad de ciudadanos se puede trabajar para saber las causas del fracaso estudiantil que en muchos casos muestra una exclusión de miles de jóvenes sin estudiar y mucho menos trabajar, sumados a los «cómodos» que viven con sus padres habiendo pasado los 30 años y cuentan con todas las comodidades para disfrutar de una vida sin compromisos, mientras que muchos otros deben trabajar de sol a sol para poder estudiar alguna carrera por no tener los medios en las familias.
Mientras tanto, vemos como el fantasma de la destrucción familiar se adueña de la escena pública desde los medios de difusión masiva en donde nos muestran que es saludable para la psiquis del joven tomar fernet en cantidades, mezclado con otras bebidas energizantes y olvidando que al otro día existe otra vida mejor, pero con mas compromisos si se quiere vivir con dignidad y sin sometimientos.
No podemos dejar de lado, que en muchos casos el origen de la falta de capacidad para estudiar viene desde la infancia por la mala nutrición.
Según relata Martín Varsavsky en su blog, ¿Por que hay gente que tiene hambre en uno de los países que más comida exporta en el mundo? Hay muchas preguntas que se pueden hacer sobre la Argentina, pero esta es una de las más difíciles. y la relación/consecuencia del flagelo sobre la educación está a la vista.
Las nuevas generaciones no están obteniendo una educación útil y que le brinde soluciones reales. Se les inculca desde temprana edad que si no pueden terminar una carrera universitaria están perdidos y no se les incentiva para manejarse ingeniosamente.
Aquellos que deciden en el sistema educativo, deberían explicarle a los jóvenes, que estudiar es una herramienta de gran utilidad para toda su vida, porque gracias al estudio se adquiere el saber que ayuda a tener un mejor desempeño laboral y social en el futuro.
Pero no solo eso, también se adquiere conocimiento suficiente, éste último es importante, porque ayuda a comprender cosas que muchas veces se ignoran, no olvidando que acerca a la ciencia, cultura, arte y a los valores, pero el más importante nos acerca a lo que llamamos civilización. Dicho de otro modo, el estudiar nos permite despertar y desarrollar extraordinarias capacidades, así como también para enfrentar las complejas y diversas situaciones con que nos desafía la sociedad moderna.
Hay otra vida socio económica, pero como dicen los chicos «no te da chapa» pero si mucho dinero a la hora de sacar cuentas en la hilera del haber y se trata de los «OFICIOS» que no se estudian en la Universidad.
Como ejemplos algunos de ellos: Por el cambio climático se batieron récords de venta en equipos de aire acondicionado, por lo tanto para la instalación de los aparatos, se hace necesario un técnico especializado que a la hora de terminar su tarea no baja de $3000 y ese cliente, será un potencial ingreso en el tiempo porque todo aire acondicionado requiere de mantenimiento, por lo tanto también del cobro de la tarea.
Desafío a cualquier colega lector a que me diga si consigue algún Electricista cuando tiene algún problema con su instalación o aparato que requiera de su atención. ¿Cuantos plomeros conoce usted para que vengan urgente a arreglar un caño que está inundando su casa?, ¿Hay muchos gasistas en el bario que le arreglen el calefón o la cocina? y así seguiríamos con otras disciplinas.
No podemos olvidar que la industria mas generadora de empleo es la Construcción y en ella participan casi 50 oficios, como albañiles, azulejistas, pintores, carpinteros, electricistas, plomeros, pintores, hormigoneros, por nombrar algunos de ellos.
En el país hacen falta para reparación y mantenimiento de automóviles, camiones o motos, mecánicos, pintores, chapistas, electricistas, rectificadores, gomeros, alineadores de dirección, instaladores de parabrisas, cerrajeros, aire acondicionado, calefacción, direcciones hidráulicas, tapiceros, computadoras del motor, inyección electrónica. En fin, como vemos son tantas las oportunidades que tienen hoy los jóvenes a la hora de elegir un nuevo camino profesional que seguiríamos escribiendo hasta mañana.
«Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber». Albert Einstein (1879-1955. Científico nacido en Alemanía, nacionalizado estadounidense. Es uno de los científicos más conocidos y trascendentes del Siglo XX).
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556