Por Sin Reservas
(ISLA MARGARITA, Venezuela).- El Canciller Miguel Vargas destacó los esfuerzos del Gobierno dominicano para consolidar la unidad regional sobre la base del respeto recíproco y la solidaridad, asegurando que la República Dominicana ha sido punto de apoyo a la resolución pacífica de los conflictos en la zona.
En una serie de contactos con pares de todo el mundo, en el marco de la Décimo Séptima Cumbre del Movimiento de Países no Alineados (NOAL), Vargas valoró la concertación y el consenso como indispensables para que América Latina avance en su posicionamiento global.
Antes de que Vargas se dirigiera a la plenaria en la reunión de ministros de relaciones exteriores de 120 países, la canciller venezolana, Delcy Eloina Rodríguez, lo introdujo como un importante líder político de la región y le dio la bienvenida a su primera participación en un foro diplomático de alto nivel.
Además de agradecer las palabras de la señora Rodríguez, el Canciller recordó que la República Dominicana forma parte de la NOAL desde el año 2000, resaltando la feliz coincidencia entre la fundación del más importante foro de naciones en desarrollo y la liquidación de la dictadura trujillista, en 1961.
En una de varias reuniones bilaterales, Vargas recibió a la canciller egipcia, Moushirak Khattab, con quien discutió el intercambio de candidaturas a varias posiciones de interés mutuo en organizaciones internacionales.
En uno de sus primeros anuncios como nuevo canciller, Vargas dijo que buscaría una mayor incidencia dominicana en los organismos multilaterales.
El alto funcionario dominicano agotó una amplia agenda de reuniones que incluyó bilaterales con el ministro de Estado de Catar, Soltan Saad Al-Moraikhi, con quien analizó oportunidades de inversiones y encuentros adicionales a propósito de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, la próxima semana.
Con su homólogo ecuatoriano, Guillaume Jean Sebastien Long, Vargas analizó la coyuntura latinoamericana presente, así como los retos comunes, con énfasis en las particulares de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), frente a una nueva dinámica a propósito de una serie de eventos paralelos a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.