Por María Celsa Rodríguez
Parece que el tirano Maduro se ha comprado la propiedad de Venezuela. Se ha hecho dueño del país, de su presente y de su futuro. Ya no le importa la voluntad popular, ya no le interesa los venezolanos, solo le importa su poder y ha convertido Venezuela en una dictadura donde solo su palabra es la que tiene valor y solo él decide.
Hay que aclarar que en Venezuela hay dos grupos enfrentados: Uno que busca la negociación para encontrar una salida a la crisis, detener la crispación y la violencia del chavismo y encontrar apoyo internacional. Y hay otro grupo que quiere que fracasen las negociaciones, no busca el dialogo, están enquistados dentro de la dirigencia chavista, y están temeroso que cambie el gobierno porque conectan íntimamente con el narcotráfico, con la corrupción y con la violación de los derechos humanos.
Su futuro es incierto, entre la prisión o la petición de asilo a países donde el socialismo del siglo XXI tiene poder.
Maduro le pidió ayuda al Papa Francisco, quien le extendió su mano y le dio su bendición. Así, monseñor Claudio María Celli, fue el encargado de diseñar la agenda de lo prioritario y pidió a la oposición suspender el petitorio de juicio político contra Maduro y que no se hicieran las marchas hacia el Palacio de Miraflores, a cambio el gobierno liberó 6 presos políticos, mientras Leopoldo López permanece en su celda. Pero la Iglesia es consciente que ante la situación económica y social en extrema crisis, la violencia e impunidad en sus calles, los colectivos paramilitares en choque constantes,- en caso de ir a elecciones y si ganase la oposición-, la violencia se haría ingobernable y una guerra civil se instalaría en Venezuela.
Sin embargo, podemos decir con claridad que la oposición -que se viste de tal-, ha ido legitimado al régimen, cabalgando en sus propios personalismo y buscando hilvanar poder para ir sumando cargos, mientras se fueron alejado de los intereses de Venezuela, armando capítulos de una novela diaria donde la insistencia de un revocatorio fue perdiendo sustento, y fortaleciendo a Maduro a quedarse en el poder hasta las elecciones del 2018, en tanto no busque otra estrategia para imitar a Castro y tengamos un Maduro por décadas.
En diciembre pasado cuando ganaron, esta oposición dijo que se iban a deshacer de Maduro en seis meses, sin embargo con sus acciones lo que hicieron fue hacer lo opuesto. Los culpables de esta situación: Henrique Capriles, Julio Borges y Ramos Allup, hoy se están colgando de la ayuda Papal para seguir en el juego, donde basta leer la redacción del acuerdo para darse cuenta que fue diseñada por el régimen, siendo un fantasma, esa supuesta oposición que ya resulta que colabora para el mal porque admite la existencia de una guerra económica, y que ha habido un “sabotaje a la economía» provocando la gran crisis alimentaria y de medicamentos.
Está claro que como dice María Corina Machado, los miembros de la MUD se vendieron al régimen porque “con el diálogo, la alianza opositora entregó la mayoría de la Asamblea Nacional y el referéndum revocatorio”.
Mientras Maduro aseguró que «la revolución es irreversible».
De acuerdo a una fuente “Francisco sugiere subliminalmente que no hay necesidad de reemplazar el centralismo presidencial imperial por el sistema político federalista parlamentario, sino luchar por la coronación de Presidentes imperiales que sean buenos católicos”. Maduro parece acercarse a ese perfil. Por algo la iglesia no busca, no quiere el llamado a elección, sino que quiere que el gobierno posibilite la llegada de los alimentos y de las medicinas.
Francisco se enarbola por la lucha a favor de los pobres y desposeídos atacando con fuerza al capitalismo, diseñándolo a este, como un enemigo del ser humano. Tanto Chávez, como Maduro, Tibisay Lucena Ramírez, Vladimir Padrino López, y tantos otros, como los hermanos Santos en Colombia, o Morales en Bolivia, fueron adoctrinados por los Castros para sembrar las semillas del Socialismo del Siglo XXI en sus países que han generado la pobreza, la corrupción, la ignorancia y el retraso en Latinoamérica.
Sin embargo Bergoglio parece negarse a abrir esa literatura que le permita entender que se encuentra equivocado en su pensamiento, mientras una sonrisa de apoyo y amistad sustenta el puente abierto con los gobernantes que están señalados en sus países como corruptos y como multiplicadores de pobres.
Ahora el futuro parece centrarse en María Gabriela Chávez, que se la encomendaron a la ex Presidente de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, -quien carga con varias causas judiciales por corrupción-, para que le dé el parling y la mandaron a la ONU como segunda de Rafael Darío Ramírez Carreño para darle Curriculum. Porque Fidel es su mentor y un súper genio del mal que sabe usar el rapport (conexión emocional) del híper líder con las masas”, me confirma mi fuente.
Solo sabemos que el régimen y la MUD son los causantes de la agonía de Venezuela, cada uno atiende su juego, y algo se esconde tras bambalinas, donde los falsos demócratas buscan su beneficio, mientras el pobre venezolano lucha por sobrevivir cada día.