Por Luciano Bertozzo,
Conforme a los enfoques técnicos del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), décadas atrás, la preocupación de la ciudadanía en relación a la basura (hoy residuos sólidos urbanos), era que el Ayuntamiento Municipal la retirara del frente de su casa de una manera más o menos regular, por tanto, donde fuera a parar una vez recogida, no formaba parte de su preocupación, además, en gran medida, no era de mucho interés para las autoridades locales.
Contempla que el momento actual, conduce a un cambio de esta forma de proceder, ya que, hace algunos años, se estimaba que la producción per cápita de desechos sólidos urbanos era de una libra por cada persona, sin embargo, hoy en día, solamente considerando los desechos domiciliarios, y basados en estudios en municipios de la región Nordeste y otras subregiones del cibao y el país, su volumen está de unas, dos o tres libras por cada habitante, teniendo por agravante, que estos han cambiado su composición, con el incremento de componentes no biodegradables, principalmente plásticos.
Suma a lo anterior, el continuo aumento de la población y la cobertura de los diversos servicios que ella necesita, factores que estima, que en los últimos 10 años, han producido una alarmante generación de basura, sin los niveles de conciencia y planificación que ameritan, para evitar sus negativos impactos al medioambiente, a la preservación del ecosistema y la salud de la población nacional.
Factores del problema
En sus estudios y levantamientos, el organismo de desarrollo, ve que la recogida de los residuos sólidos urbanos, pese haber constituido un rol tradicional de los ayuntamientos, siendo una de las pocas tareas de su competencia exclusiva, sin embargo concluyen, que han sido muy escasas e ineficaces, las acciones provenientes de éstos, en procura de soluciones correctas a sus problemáticas, dentro del estricto marco de la seriedad y profesionalismo que requiere.
Incluye, que aún hoy en día, todavía se utilizan técnicas, métodos y formas de administración, propias de pequeños pueblos rurales de mediado del siglo pasado, sin ponderar, el volumen de los desechos y su composición, así como sus perjudiciales daños, especialmente el de los vertederos, dada la evidente fragilidad en su apreciación e inadecuada toma de control, por parte de las autoridades locales.
Como evidencia de lo citado, pone de ejemplo, los vertederos de nuestras regiones, que son de cielo abierto, en gran medida sujetos a incendios, a veces espontáneos y otros provocados, los cuales liberan contaminantes sumamente nocivos para la salud (causa cáncer, debilita el sistema inmunológico, desórdenes hormonales, problemas reproductivos, etc.), además de que también, afectan las reservas y las fuentes de las aguas subterráneas y otras riquezas del subsuelo, cuyos efectos son visibles en el presente, con repercusiones catastróficas sino se subsanan desde ya.
Sugerencias del CRD
Como tarea indelegable, propone en primer término, que la recogida de la basura y su disposición, debe ser comprendida, como un problema de salud pública, en fin, un propósito prioritario de la gobernabilidad y el desarrollo.
Siguiendo este parecer, llama a no prescindir de la necesaria mejora de los equipamientos y técnicas de recogida, así como de la administración del proceso, junto, a exigir a la población un correcto proceder, frente a una realidad, que en el caso solamente de la Región Nordeste, existe un potencial de más de mil toneladas diarias de basura, que actualmente están siendo arrojadas al ambiente sin ningún cuidado y tratamiento.
En el referido contexto, estima urgente, iniciativas del Estado y los Municipios, que permitan poner las bases para el establecimiento de plantas de tratamiento y disposición de los residuos sólidos urbanos y rurales, en procura de asegurar la salud de la población y la preservación de las diferentes formas de vida con que cuenta esta nación.
En sus directrices, para el Consejo Regional de Desarrollo (CRD), nuestros municipios, necesariamente deben de aliarse entre sí, para hacer frente a la problemática, ya que no se trata de un problema que una comunidad por sí sola pueda resolver, además, de que deben aunar políticas y esfuerzos, con los estamentos del gobierno central, para establecer iniciativas y estrategias idóneas en torno a la misma, de cara al presente y al futuro de República Dominicana.
El autor es: Ingeniero; Director de planificación y proyectos del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) y Experto en planificación y desarrollo.