Por Ricardo Bustos
Los argentinos «de a pie», esos que no recibimos ningún tipo de «plan» o subsidio del Estado, asistimos durante muchos años a un espectáculo indigno que puede ser catalogado como «obra maligna» de un gobierno que solo se preocupaba en conseguir el aplauso de los mas necesitados para luego seguir explotándolos. Ahora el diario Hoy de Paraguay, nos da la razón a los millones de ciudadanos que hemos sido críticos por semejante despilfarro de dinero que fué destinado a captar «votos cautivos» el día de las elecciones.
Desde que la Anses, comenzó a investigar a todos los extranjeros que percibían los planes sociales otorgados ilegalmente en el país, ya han desaparecido de los padrones, solamente este año, por mencionar alguna nacionalidad, unos 4357 paraguayos que han retornado a su país, según dice la información «acosados por la política de corte de subsidios aplicada en Argentina. La falta de oportunidades y la situación económica que vuelven insostenible la estadía en Argentina. Encima se reconoce que al no haber subsidio, se terminaron las oportunidades.
Este no es un comentario aislado que surge de los mismos «perjudicados», sino del propio Ministro de la Secretaría de Repatriados de Paraguay, Luis Servin Blaries, quien reconoce que en lo que va del año, se ha tramitado en su dependencia la solicitud de 4357 personas que han sacado sus certificados de repatriación paraguaya para poder retornar a su país.
Este tema, sirve para que muchos políticos o dirigentes de organizaciones sociales argentinos, comprendan que Argentina es el único país en donde cualquiera hace lo que quiere y absolutamente nadie controla sus actos cuando ingresan a nuestro territorio ciudadanos que llegan desde otras latitudes.
Veamos entonces que los propios paraguayos, para volver a su terruño, deben tramitar un certificado de repatriación, mientras que aquí, hay millones de extranjeros que no cuentan con documentación alguna que les permita establecerse en nuestro suelo y nadie los molesta. Como si fuera poco, muchos de ellos son protagonistas de cortes y piquetes en cualquier rincón del país cuando reclaman sus derechos. ¿Pequeña diferencia verdad?.
Argentina no expulsa ni a los delincuentes, por lo tanto en el caso que nos ocupa, solo se han ido aquellos que gozaban de las «mieles» del subsidio para permanecer, en muchos casos sin trabajar o haciendo algún tipo de tareas temporarias para llegar a fin de mes, algo que en sus países de origen es muy difícil lograr.
El Ministro paraguayo reconoció que cada día son mas los ciudadanos que buscan ayuda para poder retornar y estimó que eso podría darse debido a un recorte o suspensión de la ayuda que tenían por parte del gobierno argentino. «La cantidad de gente que está volviendo de la Argentina es mucho mayor en estos últimos 3 meses comparando con lo que era hace un año. Esta situación ya está viniendo de hace un tiempo».
Como «nobleza obliga», el Ministro reconoció también que no tienen información de que en Argentina los paraguayos tengan problemas para ser atendidos en hospitales públicos, asegurando que no existe ninguna denuncia formal al respecto. «La Embajada Argentina nos ha aclarado que no existe ninguna discriminación, no tenemos denuncia de los que han regresado».
En síntesis, si seguimos en este camino, es muy probable que con el transcurrir de los meses, vayamos teniendo mas buenas noticias con respecto al cierre de la canilla que permitió durante mas de 10 años, la salida de nuestros dineros para ser invertidos tras las fronteras pero aportados por todos los que mes a mes ponemos nuestro granito de arena en las arcas de un Estado que ya estaba agotado, cansado y flaco de tanto perder capital necesario para ser destinado a obras que llevan años planificadas y con presupuestos aprobados pero con dineros desviados hacia otros fines corruptos se hacía imposible su logro. Lo que acaba de ocurrir, era como el fruto de primavera, ya estaba tomando color y algún día tenía que madurar.
Quizá hoy ya sea un dato oscuro de la historia reciente, pero sería bueno refrescar la memoria de aquellos que aún continúan con la «cantinela» del discurso de barricada saber que no fueron caramelos los que se perdieron de nuestra economía. El total de beneficios otorgados hasta diciembre del año 2015 fué de de 18,244,436, pero el número de beneficiarios sería menor, ya que cada uno puede percibir más de un plan social. Pero como el gobierno de entonces no suministraba datos existen muchas dudas sobre la realidad del sistema que se aplicó.
En 2012 se distribuían 17,3 millones de planes Según La Nación, así lo reveló un estudio de la Fundación Libertad y Progreso (FLP) coordinado por el economista especializado en planes sociales Hilding Ohlsson. El relevamiento se elaboró sobre la base del presupuesto nacional 2015 de los seis organismos que emiten esas transferencias: la Anses y los ministerios de Desarrollo Social, Trabajo, Planificación, Educación y Justicia. Esto no comprende los planes sociales de las provincias ni los municipios. Los $157.209 millones que se transfieren representan el 13,1% del presupuesto de este año, que asciende a $1,2 billones, y un 3,57% del PBI actual, de $4,4 billones.
No extraña pues que cuando algunos afirmábamos que hay hogares en donde los niños jamás vieron a sus padres levantarse temprano para ir a trabajar, estábamos en lo cierto. Se destruyó con tanto subsidio la cultura del trabajo y se robó la dignidad a millones de ciudadanos.
Si todo este sistema aplicado es aquello que algunos extrañan y defienden con uñas y dientes, quizá sea porque los beneficios para pocos fueron tan grandes que la cascada de dinero mal habido solo podía bajar hacia los mas necesitados como cuentagotas, mientras ellos caminaban por las alfombras rojas del abuso de poder en todas las instituciones del país. ¿Se hará Justicia? Todas y todos la necesitamos.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556