Por Guillermo Martínez Urtarte
Uno de los mas graves problemas que nos presenta la invasión de nacionales haitianos a nuestro país es la producción de carbón vegetal en la zona fronteriza para el consumo del mercado del vecino estado fallido.
Esta situación esta contribuyendo de forma notable al deterioro acelerado de la biodiversidad y el medio ambiente en nuestro país, creando la misma condición de desertificacion y destrucción de la flora y la fauna en la región fronteriza dominicana tal como han hechos los haitianos con su país al cual han destruido de forma irreversible debido a su ignorancia y primitivismo.
Es una verdadera vergüenza que las mal llamadas autoridades medio ambientales permitan este verdadero desastre ecológico en medio de la irresponsabilidad que caracteriza a estos políticos que no tienen la mas mínima idea del valor de la biodiversidad para las presentes y futuras generaciones y que tampoco conocen el termino de desarrollo sostenible y sustentable.
Se estima que la producción de carbón vegetal fronterizo esta cerca de los quinientos mil sacos (500,000.00) y que la misma compromete unas treinta y cuatro mil (34,000.00) tareas de bosque dominicano que están siendo destruidas y provocando graves daños ecológicos a la región fronteriza dominicana.
Este «negocio» comprende el monto económico de $US2,5 millones de dolares concentrados en muy pocas manos de comerciantes haitianos y dominicanos los cuales utilizan transportistas dominicanos que los lleva a los almacenes localizados en el lago Sumattre o Azuei, desde donde es transportado al territorio haitiano.
Inexplicablemente las autoridades dominicanas no se enteran de este trafico criminal que atenta contra nuestra biodiversidad, comprendiéndose que la mano descarada de la corrupción esta presente en este delicado caso.
Reiteramos nuestra opinión de que este tipo de acciones atentatoria contra la vida de las presentes y futuras generaciones de dominicanos solo podrán terminar cuando el país escoja caras honestas y capaces para que dirijan el gobierno dominicano a través de un plan de nación orientado en favor de los mejores intereses nacionales.