La represión verbal también duele

Por Ricardo Bustos

Existen en nuestra amada Argentina, ciudadanos que viven en una nube de odio y venganza con muestras de intolerancia hacia quienes no comulgan con sus ideales. Aquellos que estamos lejos de la izquierda o la derecha como política diaria, somos ubicados en el casillero de los fachos, gorilas, milicos o dictadores, sin importar siquiera a que condición socio-económica pertenecemos o como nos defendemos para llegar a fin de mes con algo en el estómago y las cuentas al día.

Existen lectores predispuestos a responder con agravios a las opiniones o reflexiones que volcamos en las letras y son generosamente publicadas por los Directores y Redactores de los medios que nos brindan la oportunidad de mantener nuestras mentes abiertas por las dosis de información que recibimos. Escribimos y volcamos en las letras nuestro punto de vista sobre la situación que vive el país, simplemente porque somos ciudadanos iguales, con las mismas alegrías y tristezas, con mas o menos años en el cuerpo pero con la experiencia de vida que nos da la posibilidad de hablar por todo lo que hemos ido conociendo a lo largo de la historia de la cual fuimos parte.

Sin mentir, con objetividad, todos tenemos capacidad para desarrollar aquellos temas que son de interés para una sociedad que tiene nuestros mismos problemas y muchas veces no sabe como hacer para canalizarlos, aunque a veces, si para hacerlo detrás de algún seudónimo y atacar groseramente a quien lo hace.

El «don» de la palabra viene con nosotros, solo se debe perfeccionar y buscar la manera adecuada de no ofender o agredir a nuestros semejantes cuando la reflexión trata sobre temas sensibles que hacen al tiempo que nos toca transitar.

Es obvio que cuando decimos «Muchachos dejen de hacer paros, vuelvan a trabajar que el país los necesita», nos estamos refiriendo a los líderes o punteros político-sindicales, los que arrastran de los pelos a miles de ciudadanos al abismo del fracaso con sus ideas retrógradas sobre el verdadero significado de las palabras «Libertad o Democracia».

Les guste o no a los defensores de ese tipo de dirigentes, les duele cuando alguien ajeno a su entorno, les hace ver que la vida pasa por otro lado y la política no debe ser siempre de izquierda o de derecha ya que existen otras alternativas como el consenso, diálogo, tolerancia y en última instancia, cediendo de ambas partes, acuerdos que posibiliten llegar al entendimiento para calmar a quienes viven en un estado de ebullición mental permanente por la falta de capacidad intelectual, fruto de haber pasado muy lejos de los centros de instrucción gratuitos que, siempre han existido en Argentina «Para todas y todos».

Muchos se enojaron, especialmente, Docentes, cuando desde el estado lanzaron el operativo «Aprender» para saber en que sitio estábamos ubicados con la educación e instrucción. Entre los resultados más dramáticos de «Aprender» surge, que el 46,4% de los alumnos de 5° y 6° año del secundario no comprende un texto básico, mientras que el 70,2% no puede resolver cuentas o problemas matemáticos muy sencillos.

En el área de Naturales, el 36,3% tuvo el rendimiento más bajo, mientras que en Sociales, fue del 41,1 por ciento. Otros resultados, los que corresponden a las Provincias, se guardaron bajo dos candados para no agrandar mas el problema porque las cifras son temerarias y seguramente algún gobernador estará dudando sobre la forma en la que deberá informar al respecto a sus gobernados.

Duele y mucho comprobar algo que ya era un secreto a voces. Estos alumnos que fueron evaluados son estudiantes que pasaron por las aulas a cuyo cargo estuvieron los mismos Docentes que hoy protestan, paran hacen marchas y han levantado una millonaria escenografía simulando el frente de una Escuela para, según dicen «defender la dignidad».

Algo que no aclaran es si necesitan defender la dignidad de ellos o las de los chicos a los que han llevado al límite del abandono intelectual con el bajo nivel de instrucción que han experimentado cuando los tuvieron como alumnos en sus clases.

Las verdades cuando son incontrastables porque no hay manera de disfrazarlas, siempre darán la posibilidad a quien las dice, de ser criticado por algunos, pero apoyado por la gran mayoría que espera de los dirigentes fracasados, den un paso hacia el costado para que otras generaciones inicien el camino de la reconstrucción, aunque sea en medio de los escombros que han dejado estos impresentables que hace mas de 20 años vienen abusando de la voluntad popular, como si fueran ellos los elegidos y después no existe nadie mas nada que permita vivir de una manera mas próspera y por sobre todo sin violencia verbal o física.

La represión existe en cualquier país civilizado toda vez que se provoca a las fuerzas del orden cuando deben cumplir con una orden judicial, emanada de uno de los tres poderes que hacen al Estado y eso también está en la Constitución de la Nación Argentina, con el mismo valor que se da a la palabra «Democracia», aunque algunos crean que todavía vivimos en un gobierno militar.

En Argentina, hace mas de 30 años, se ha vuelto a elegir ciudadanos por medio del voto cada dos años y esa es la mejor oportunidad que tenemos todos, los que pensamos de una u otra manera pero queremos lo mejor para nuestra República. Solo los necios no lo entienden y por eso, generalmente son reaccionarios e intelectualmente vacíos de todo contenido a la hora de responder con agravios cuando algo o alguien les causa molestia ideológica.

«Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!». Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) Médico español.

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556

 

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