Por José Luis de la Calva
(CIUDAD DEL VATICANO, Roma, Italia; Agencias).- El Papa Francisco y el presidente de los Estados Unidos se han reunido esta mañana durante aproximadamente media hora, en la biblioteca privada del Pontífice, en el Palacio Apostólico.
En el intercambio de regalos, el Papa ha puesto énfasis en el mensaje de la paz. Le ha entregado un documento suyo que redactó para la Jornada Mundial de la Paz y una medalla con una rama de olivo también alusiva al mismo tema.
Francisco le ha hecho comentarios en castellano «Se lo entrego a usted, para que sea instrumento de paz», que el intérprete traducía. “Necesitamos la paz”, ha contestado Trump. Este ha obsequiado al Pontífice con una caja que contenía libros de Martin Luther King, el líder negro, campeón de los derechos civiles, asesinado en 1968.
Al abandonar la biblioteca, Trump se ha despedido con estas palabras: “No olvidaré lo que me ha dicho”
Podría haber causado un incidente diplomático pero el chiste culinario de Francisco parece haber sido bien recibido por Donald Trump y su esposa Melania. Es que en uno de los momentos más distendidos de su reunión con el presidente de los Estados Unidos, en el Vaticano, Francisco hizo una alusión al tamaño físico de Trump.
«¿Qué le das de comer, Potica?», le dijo Francisco a Melania, en una referencia a una torta calórica típica de su Eslovenia natal y se pronuncia «potteezza». Ella, rápida de reflejos, contestó: «Sí, potica». Y rió.
El Pontífice se refirió al sobrepeso del mandatario estadounidense y la primera dama le festejó el chiste.
Todos festejaron el comentario pero casi de compromiso. Es que nadie en la sala, ni siquiera el propio presidente Trump, realmente entendió lo que ellos dos conversaban. Para todos los presentes, el Pontífice había dicho «pizza». Más tarde, el malentendido se disipó. La Casa Blanca confirmó la complicidad entre el Papa y la primera dama.
Francisco sabe bien de lo que habla cuando menciona la potica porque el marido de su sobrina es un argentino de origen esloveno. Al parecer, el Pontífice pregunta regularmente por este pastel cuando recibe visitantes eslovenos.
La potica es un bizcocho enrollado servido con crema. Su alto contenido de mantequilla y el azúcar, lo convierten en un plato muy calórico, que podría permitir comparación con la popular pizza italiana.
Así, el Papa habló del sobrepeso del mandatario estadounidense. Según los últimos datos conocidos antes de su asunción, Trump mide 1,88 metros y pesa 107 kilos. Médicamente, tiene sobrepeso, pero no es obeso.