Por José Luis de la Calva
(LONDRES, Gran Bretaña).- Las autoridades ofrecieron una cifra definitiva de fallecidos a causa del incendio que abarcó en su totalidad la torre de apartamentos Grenfell, de 24 pisos, situada en en centro-oeste de la capital, en Kensington, próximo a Notting Hilldon, donde residían alrededor de 500 personas.
La Policía británica señaló que muchas víctimas no podrán ser identificadas, por el estado en que han sido recuperadas. «Tristemente, hay un riesgo de que no podamos identificar a todo el mundo», dijo el comandante de la Policía Metropolitana, Stuart Cundy.
La primera identificada fue el refugiado sirio Mohammed Alhajali, de 23 años, que estudiaba ingeniería civil y que estaba en la planta 14 cuando se declaró el incendio.
Grenfell, había sido denunciado como inseguro, específicamente se habló que el sistemas de gas para cocinar era una bomba de tiempo, también de un revestimiento de polietileno colocado hace poco en su restauración y ahora que la alarma contra incendio no funcionó.
Tras la desgracia, otros edificios han sido objeto de denuncias por lo mismo y por considerarlos de riesgo.
La primera ministra británica, Theresa May, informó que ha dispuesto una investigación a fondo, con tal de evitar que esto se vuelva a repetir. Mientras varios medios la han criticado por no haber hablado con los rescatados de la torre cuando visitó el barrio del norte de Kensington, donde está el edificio, donde solo habló con agentes de Policía y los bomberos.
Desde la oposición se acusa, además, al gobierno de May, de desatender las necesidades de los pobres, víctimas de sus recortes presupuestarios
Para paliar esas críticas, la premier ha visitado esta mañana a los heridos en uno de los hospitales donde están siendo atendidos. «Ella debería haber estado allí con los residentes. Tú tienes que estar preparado para recibir las emociones de la gente y no asustarte tanto por la gente», ha declarado el ex ministro del gabinete conservador Michael Portillo, a la BBC.
Los familiares de las víctimas del suceso y otros residentes acusan al Ayuntamiento de haber desoído durante años sus quejas sobre las insuficientes medidas contra incendios del edificio y también de no atender adecuadamente a los supervivientes.
Mientras decenas de personas protestaron en el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, en el oeste de Londres, por la falta de respuestas tras el incendio, informó la BBC.
La cadena pública mostró imágenes de decenas de manifestantes que lograron entrar en las dependencias del consistorio, mientras que otras muchas personas protestan indignadas en el exterior.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, sí se reunió con los afectados en un iglesia cercana donde se refugian quienes han perdido sus hogares. El político ha pedido que los pisos vacíos del barrio sean requisados para quienes se han quedado sin casa.
«La parte sur de Kensington es increíblemente rica, la más rica del país», ha afirmado, mientras que «el distrito donde se ha producido este incendio es el más pobre (…) No es aceptable que en Londres haya edificios de lujo con pisos vacíos como inversión para el futuro mientras haya gente que no tiene donde vivir».
Esta mañana han sido la reina Isabel II y el duque de Cambridge, quienes se han desplazado a un centro habilitado para ayudar a los damnificados. En una visita no anunciada, parcialmente televisada por la BBC, la monarca y su nieto, el príncipe Guillermo -segundo en la línea de sucesión al trono-, han hablado con voluntarios, afectados en el siniestro y representantes de la comunidad.
La ciudadanía se ha volcado con los damnificados y desde todas partes las organizaciones de caridad han recibido donaciones de ropa y alimentos.
Imagen destacada cortesía: El Diario de la República