Por Washington Cabello
(NEW YORK, Estados Unidos).- Una pandilla de policías le cayó como pavos a un dominicano que NO se resistió a ser arrestado, ultrajandolo, vejandolo, agrediendolo, en fin lo trataron como un objeto cualquiera.
Este es otro caso de brutalidad policial, que se suma a la larga lista que de la policía del cuartel 33 encubiertos y uniformados.
La acción abusiva se produjo en la cuadra de la calle 174, entre las avenidas Audubon y Amsterdam este miércoles 28 de junio a las 5:30 de la tarde. (Vídeo: https://youtu.be/UhpwqcuZnb4)
Un vídeo grabado desde una ventana por el reportero Miguel Cruz Tejada, muestra al dominicano, cuando fue tumbado en la calzada, frente al edificio 530 Oeste (West), en la referida manzana y luego, varios agentes le aplicaron fuerza excesiva que incluyó una llave de sofocación, aunque no se le pusieron en el cuello o la garganta, pero lo presionaron con rodillas en las caderas y la espalda.
El dominicano, no identificado, fue interceptado por los policías, desconociéndose el motivo.
No se resistió en ningún momento a la detención como revelan las imágenes y los oficiales le dieron par de vueltas, cuando estaba en el suelo.
Numerosos curiosos que atestiguaron el incidente vociferaban a los policías que estaban grabando vídeos del abuso, lo que airó a algunos agentes que levantando las manos, intentaron mover a los testigos de la escena y tapar las cámaras de los celulares.
Los primeros policías recurrieron a sus radios, llamando refuerzos que llegaron a los pocos minutos sumándose a la jauría de los oficiales que arrestaban al dominicano.
El hombre, fue levantado, lo agarraron, halándolo por el cuello del suéter que vestía y lo metieron en un carro policial, conduciéndolo al cuartel 33 de la calle 170 y la avenida Amsterdam.
Al cierra de esta nota, se desconocía si la policía había instrumentado cargos contra el civil detenido.
Cuando él era llevado en custodia, se escucha la voz de un hombre que grita “¡escúpelos, escúpelos!”, en referencia a los policías, pero el detenido se mantuvo quieto y sereno todo el camino.
La escena es común y casi cotidiana en barrios marginados de Nueva York como Washington Heitghts (Alto Manhattan), el vecindario con mayor población dominicana en el exterior.
Cortesía: Miguel Cruz Tejada
