Por Juan Tomas Valenzuela
Contrario a lo establecido
por la sociedad de diarios,
Danilo tiene un vocablo
que es de lo más extendido.
«Yo hablo», dijo el ungido,
cuando ayer fue cuestionado
por el silencio esbozado
ante tanta corrupción
y sin darnos mas razón,
se fue por donde había entrado.
Otras veces, consultado
sobre el tema Reelección,
«Yo hablo», dijo el campeón
del respeto a los tratados.
Siendo el líder más versado
que ha gobernado Quisqueya,
así respondió a Mireya,
la cronista del Senado:
«Yo hablo», echándola a un lado
y alejándose de ella.
Elocuente y sustancioso
fue el discurso magistral,
en el cual este fatal
le dijo a un público ansioso:
«Yo hablo», y presuroso,
como quién tiene un problema,
salió huyendo de la escena
donde estaba convocado
y en ella dejó enganchado
a su vocero Marchena.
Más haragán que Camilo,
el modisto de Tarzán,
es el que le escribe el plan
de discursos a Danilo.
Elocuencia, mucho estilo
y una verborrea incipiente,
ha exhibido el incumbente
al pronunciar sus discursos:
«Yo hablo» y hay que hacé un curso
pa’ entender al presidente.
28 octubre 2017