Por Sin Reservas
La Policia Nacional, informó con bombos el apresamiento después de seis años de «busqueda» del exteniente de esa institución, Fernando de los Santos (a) La Soga, al cual le atribuyen más de 30 asesinatos.
Pero resulta que el abogado del más «buscado» asegura que su defendido “no estaba ‘profugo’, siempre estuvo en su casa, en Santiago”.
Carlos Francisco Cabrera, relata que a La Soga nunca se le notificó una orden de arresto a pesar de que los jefes policiales desde el 2011 lo calificaban como uno de los acusados de sicariato más buscados.
“Él, Fernando de los Santos, (a) La Soga, nunca tuvo ausente de su casa, siempre estuvo ahí, siempre estuvo en Santiago y nunca se le requirió que viniera a la justicia, mucho menos se le notificó una orden de arresto. Esa es una persona que nunca estuvo corriendo, es una persona de la sociedad y que es conocida por la sociedad”, agregó Cabrera.
Además se quejó del hermetismo del apresamiento de su cliente, puesto que después de más de 24 horas de su detención a él, como su abogado, no se le ha notificado y que ha buscado información en el Ministerio Público. en dónde le dicen que no ha llegado ningún expediente acusatorio.
«Es extraño que todavía el Ministerio Público no haya depositado la instancia al tribunal correspondiente, por lo que piensa que están “maquillando” el expediente para colocarle algunos casos viejos y tratar de imputarlo», indicó Hernández..
Por lo que podemos deducir de sus declaraciones que las autoridades sí sabían del paradero de La Soga, al que se vincula a la ejecución de más de 30 personas, sindicadas como supuestos o reales delincuentes. Entre estas, en el 2011 por supuestamente raptar en el Ensanche Libertad de Santiago y ejecutar a dos hombres, cuyos cadáveres aparecieron en el embalse Tavera-Bao, de Sabana Iglesia de Santiago
Hernández, relató que a La Soga, lo llamaron de Santo Domingo, de la Dirección General de la Policía Nacional, informándole que sería reintegrado a la institución con el grado de capitán, y éste acudió voluntariamente, pero que lo dejaron preso y lo entregaron al Ministerio Público de Santiago. Por lo que queda claro que habría sido una trampa para apresarlo, sostuvo.
También dijo que lo acusan de entrar a la Jefatura de la Policía portando un arma de fuego, “cuando eso se cae de las propias manos, porque nadie, al menos que no sea un miembro activo de esa institución, no tendría el atrevimiento de entrar armado”.
A este «angelito» a juzgar por su abogado, el Tribunal de Atención Permanente del Departamento Judicial de Santiago, le conocerá mañana medida de coerción.