Por Ricardo Bustos
Con motivo del operativo «Aprender» que está llevando adelante el Estado Nacional para saber como se encuentra la educación en general y el nivel de los alumnos en particular, ya han empezado, NUEVAMENTE, las tomas en algunas Escuelas, porque no aceptan de ninguna manera que les digan por todos los medios, una vez finalizadas las pruebas, que en estos 12 años de una gestión nefasta y permisiva, en que nos han convertido a nuestros adolescentes… literalmente en burros que saben mucho de mensajitos por celular y redes sociales, pero poco de cultura general.
Los chicos no saben leer, escriben con horrores de ortografía y la Escuela, especialmente la secundaria, se ha convertido en «cotos» de caza de alumnos débiles de mente captados por inescrupulosos que utilizan la educación como bastiones políticos para, luego de usurpar las aulas, sacar provecho en beneficio propio y utilizar a esos mismos jóvenes como armas ideológicas.
Acabo de ver en televisión a un chico que no superaba los 15 años opinando en una Escuela de la localidad de Banfield, Provincia de Buenos Aires, (que está tomada). Junto a un profesor, tratando de argumentar su reclamo sobre la empresa que se encarga de realizar la evaluación, asegurando que la misma no está capacitada para dicha tarea porque se trata de una multinacional que no conoce la situación en la que se encuentra nuestro país. El chico, muy suelto de cuerpo y con un absoluto desprecio por sus colegas del resto del país, declaraba que «No es lo mismo esta evaluación en Chaco, Formosa o Tucumán donde la situación socio económica es diferente, que en Buenos Aires».
Discriminación y soberbia, además de una mezcla extraña entre política y falta de conocimiento, el joven al que, seguramente lo han llevado de las orejas a realizar estas declaraciones, ha cometido un delito que el INADI, en este caso, dejará pasar por alto, pero se trata de discriminación porque esta evaluación se hace para que lleguemos a una igualdad en todo el país. Fieles a su costumbre de ir siempre mirando para atrás, con el famoso «no se pero me opongo», una vez más utilizan a los chicos porque saben que el problema no radica en los alumnos, sino en los propios docentes que ocupan más horas en hacer política que en respetar y hacer respetar los programas de estudio vigentes.
Lamentablemente, aún quedan resabios de ideologías que ya no son aceptadas en Rusia, China y hasta la propia Cuba, porque se dieron cuenta que no se puede quedar fuera de un mundo globalizado si se pretende competir dentro de las actuales reglas de juego.
Una vez más, los argentinos debemos mirar hacia adelante para no retroceder como lo hicimos durante tantas décadas con un costo social que nos va a representar mucho esfuerzo revertir y en especial con este tipo de dirigentes y docentes que equivocaron de profesión o algo peor, no tienen vocación de enseñar.
«El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento». John Locke – (1632-1704) Filósofo inglés.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556