Por Juan Tomás Valenzuela
A Danilo en Puerto Plata,
una caterva de vivos,
lo declaró hijo adoptivo,
a son de cumbia y bachata.
No faltó la perorata
en la que el señor Medina,
anunció que Catalina,
ese antro de corrupción,
a fuerza de oro y carbón
encendería las turbinas.
Prometiendo luz barata
desde la planta más cara,
dijo ante Ruben Bichara
que lo que falta es chilata.
Que de manera inmediata
se erogarían los recursos,
para que en el año en curso
(No este, sinó el que viene)
en temas de planta y trenes
no puedan doblarle el pulso.
Ahí se habló de crecimiento,
del Metro, de luz barata,
de una siembra de batata,
de su reconocimiento.
Se habló de aquel viejo cuento
de que ya no habrá apagones,
del año de exportaciones
y otros cuantos disparates,
de lo que no habló el magnate,
fue lo de las reelecciones.
29 diciembre 2017