Por Juan Tomás Valenzuela
Con la acusación a Rivas
sobre el desfalco en la OMSA
se busca que no reponda
sobre la otra diatriba.
Se me hace muy cuesta arriba
el informe que presenta
una Cámara de Cuentas,
que en lo que lleva contando,
los fondos no le están dando
ni para sus propias cuentas.
La auditoría presentada
contra el señor Manuel Rivas
lo ha sacado de la mira
de su real pachotada.
Una estrategia planeada,
según mi punto de vista,
pa’sacarlo de la lista
del caso de sicariato,
con el grupo de insensatos
que le servían de coristas.
Esta nueva auditoría
detalla el robo flagrante.
¿Y donde están los tunantes
que hicieron las fechorías?
¿Va a ser como la Alcaldía,
que después de desfalcada
se quedó así, como nada,
solamente en la denuncia,
sin un preso, sin renuncia,
solo en pura cantinflada?
El caso de corrupción
es un premio pa’ esta gente
si implica que el expediente
tumbe el de asesinación.
Todavía por corrupción
nadie ha sido condenado,
más, por los del abogado
que murió por esta gente
es material suficiente
hasta para ser ahorcados.
18 abril 2018