Por Washington Cabello
(SANTA FE, Texas, Estados Unidos).- Las escuela en este país se han convertido en lugares de muerte, sin que se ventile una solución que proteja las vidas de los estudiantes.
Usted envía o lleva sus hijos a estas, y no sabe si los volverá a ver, como ocurrió hoy, que un delincuente que era estudiante de la escuela secundaria Santa Fe High School, en el condado de Galveston, a 55 kilómetros al sureste de Houston, irrumpió en un aula de arte y descargó una escopeta, propiedad de su padre, asesinando en el acto a nueve estudiantes y un docente.
El asesino responde al nombre de Dimitrios Pagourtzis, informó la Oficina del Sheriff del condado Galveston al periódico Houston Chronicle, quien además portaba un revólver.
Pero el problema no solo son las armas de fuego, que cualquiera adquiere una o varias, como si de comprar un paquete de galletas se tratara, en este centro también se encontraron explosivos.
Es el tercer acto de terror y asesinatos en los últimos siete días en centros de estudios, que hemos tenido que soportar.
El sheriff del condado de Harris, Ed González, confirmó los datos, y dijo que también hay diez heridos, que fueron llevados a un hospital cerca de Galveston, y que entre ellos hay dos oficiales de policía.
González, confirmó que Pagourtzis, junto a otro fueron apresados, al bloquear todas las salidas.
Entre las víctimas fatales hay un docente y nueve estudiantes.
Pensamos que era un simulacro de incendio, porque sonaron las alarmas, pero la maestra nos dijo ‘Empiecen a correr'», dijo un estudiante.
En el computador del criminal se encontró una camiseta con el lema «Nacido para matar». Este fue parte del equipo de fútbol americano de la escuela.