Por Juan Tomás Valenzuela
Se acabó la brechadera,
del ministro de interior,
en este mes de calor
lo acaban de echar pa’fuera,
no botáo, como quisiera,
pa’satisfacción de todos.
El secuaz de Cuasimodo,
el Don de la prefectura,
lanza su candidatura,
como hizo el hombre del lodo.
El exministro Amarante,
que pa’los años ‘90
sostenía todas sus rentas
con una rifa de aguante,
decidió colgar los guantes
de Interior y Policía,
pues como ya su comía
la tiene más que segura,
busca una candidatura
para regir la abadía.
Y no es solo este Carajo,
quien busca la presidencia,
el titán de la insolencia
ha tenido el desparpajo
de reunir a sus guanajos
en torno a sus pretensiones,
y va a invertir los millones
que obtiene del barrilito,
pa’cómpranos a toditos
y ganar las elecciones.
Alguién debía aconsejar
a Pechito Pared Pérez.
Que se busque un consigliere
que lo haga razonar,
que pica pollo y Brugal
no le serán suficientes,
que todo el trato indecente
que dispensó a esta nación,
ahora en tiempo de elección
lo va a pagar tristemente.
Los dos más desagradables
que tienen partido alguno,
son, este casco ovejuno
y el ñequito detestable.
la salida arrechuchable
es renegociar el cetro
con el león de la Metro,
el Calífa del poder…
Si no viene Abinader
y les dice: ¡Vade retro!
2 junio 2018