Por Sin Reservas
Dos delincuentes, a que lamentablemente hay que llamarles «padres», aunque el sujeto no lo es, pero fungía, fueron enviados a la cárcel por tres meses como medida de coerción, acusados de quemarle la vagina, los dedos y los glúteos a una niña de dos años.
Jennifer Pirón, de 19 años de edad y Manuel Olivero Feliz, de 26, «madre» y padrastro de la niña, cometieron el crimen porque esta se orina en la cama.
El hecho ocurrió en el barrio Casandra, en la parte sur de Barahona. Los delincuentes utilizaron carbón encendido para cometer su ignominia.
El Tribunal de Atención Permanente del Distrito Judicial de Barahona, dispusó el envío de Pirón, a la cárcel Baní mujeres y de Olivero, a la de Barahona.