Por Juan Tomás Valenzuela
Casi a mitad del camino
de su nefasta gestión,
no es buena la situación
de nuestro ungido inquilino.
Llega a mi mente Quirino,
aquel todo poderoso,
que fue a dar al calabozo
después de tanto poder,
porque lo hicieron creer
que su acervo era glorioso.
El presidente Danilo
está en una mala racha
con esta gestión borracha,
hecha sin ningún prigilo.
Aunque él se muestre tranquilo
frente a la prensa comprada,
se nota desesperada
su cara, si es abordado,
en temas de peculado,
de esfinges y otras bobadas.
Los papeles que a Faride
le ha entregado el contralor,
lo muestran conocedor
de un problema que consiste,
en seguir dándole alpiste
a un cuervo que está apresado
en Brasil, por peculado,
por coima, por contubernio,
por desfalco, lesticternio
y otros crímenes de Estado.
Otros casos muy sonados
que embarran a esta gestión,
son el caso de Rondón,
el de Mónica y João,
el manejo que le han dáo
a temas tán expeditos,
como el lío de Quirinito,
los gazapos de Marchena,
y esa carita de pena
de un Duarte sanjuanerito.
El escándalo ODEBRECHT
y el lío de la deuda pública,
han llevado a la república
al borde de la estrechez.
Como un juego de ajedrez,
este gobierno está en jaque.
Si no encuentran quien los saque
de esta incipiente espiral,
todos irán a parar
a la jaula de Mandrake.
22 julio 2018