Por Juan Tomás Valenzuela
Al que le apagó el candíl
al policía en San Francisco,
le cantaron por arisco,
un Pool de 300 mil.
Pirulo es un proyectil
que tiene en esas manotas,
por un chinchín descocota
al bandido de Escolástico,
por unas sillas de plástico
que el truhán casi se anota
En el vídeo pude ver
al coronel abusando,
dando palos y ordenando
la guaguita detener.
Y privando en brigadier,
Eusebio con su macana,
quería enmendarle la plana
al que llevaba las sillas,
pero terminó en camilla
cuando sonó la campana.
Eusebio, tirando alante
conectó por las costillas,
pero cayó de rodillas
cuando sonó ese montante.
¿De quien es ese elefante?
preguntaba el coronel,
casi escupiendo la hiel
por la tremenda galleta,
rodando por la cuneta
con los que andaban con él.
Ahora un juez abusador,
solo castiga a Pirulo,
pero no sanciona al mulo
que fue el real agresor.
Ni defendiendo su honor
Pirulo es considerado.
Si este guardia desgraciado
es a mi que me encuclilla,
le rompo la siquitrilla,
a él y a todo el estrado.
Juan de los Palotes.
14 agosto 2018