Por Juan Tomás Valenzuela
En un concurso mostrenco,
entre Danilo y Alain,
buscaron, del mismo clan
a un paquete de zopencos,
y formaron un elenco
de párias y gavilleros.
Hicieron un matadero
con la elección de fiscales,
pa’llenar los tribunales
con sus mismos compañeros.
Edith, dió la voz de aviso
y el director del canal
les dio pena capital
a los tres, sin compromiso.
Como un cortador de oficio,
el jefe, sin más criterio,
arrodillado al imperio
que lo suple de lisonjas,
los partió, como a toronjas
servidas en refrigerios.
Revelar una verdad
tan grande como una valla,
es ser cabeza de playa
en esta comunidad.
No hay respeto ni lealtad
en el oficio de prensa.
Toda esta gente propensa
a negociar la opinión,
el dolo y la corrupción
lo ven como recompensa.
Hoy, la Procuraduría
presenta a los elegidos.
Los mismos favorecidos
en la lista de aquel día.
Con esta bellaquería
que ha hecho el procurador,
muestra que es un malhechor
de la más indigna estirpe
y que esta prensa no sirve
ni pa’cuero de tambor.
Juan de los Palotes
12 septiembre 2018