Por Juan Tomás Valenzuela
Exigiendo transparencia
con la ley de hidrocarburos,
Hubieres se puso duro
y soltó una flatulencia.
y desde la presidencia,
al respirar este olor,
se le envió un negociador
a la misma 27,
a ofrecerles un billete
para que bajen su humor.
Pero no va a ser tan fácil
negociar con Juan Hubieres,
este hombre tiene unos “seres”
que son para nada grácil.
Esa conducta volátil
que tiene el sindicalista,
que no la tiene Cambita
ni tampoco Antonio Marte,
constituyen el baluarte
de este gremio transportista.
El paro del día de ayer,
que tan solo fue un ensayo,
tiene a tó estos papagayos
que ya no encuentran que hacer.
Al medio día puede ver
a la recua de lambones,
que le sirven de adulones
desde el Show del Medio Día
a este imperio de anarquía,
de corruptos y ladrones.
El amigo Juan Hubieres,
ayer, empantalonado,
se le vio malhumorado
junto a gremios de chóferes.
Tiraron tó sus enceres
a la calle 27,
destaparon los bonetes
de los Sonatas de concho,
haciendo un tapón rechoncho
y un desorden del copete.
Si no suspenden la mafia
del gas y la gasolina,
al bizco y a sus bocinas
va a caerle una desgracia.
Ya está bueno de falacias
y de discursos baratos,
a tó está pila de gatos
del gobierno de Medina,
o bajan la gasolina
o le aguamos el mandato.
Juan de los Palotes
8 octubre 2018