Sin filtro y sin freno en el teclado; Por Mario Martínez
Cuando la confianza se pierde en todos los sectores y ámbito sociales en una nación todos luce nublado y por todos lados solo se ven nubarrones.
En la República Dominicana, ya nada parece ser realizado con transparencia porque nuestra sociedad perdió la confianza en los actores públicos y privados, de todos los sectores… Ya no confiamos en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Justicial. Ni en la prensa, las religiones, los empresarios, los sindicatos, en las parejas, padres en hijos, e hijos en padres, en varios caso. En fin en nuestra patria solo se ven nubarrones.
Nos hemos acostumbrado a que todo se realice bajo el manto de la duda que ya nada parece real, ni que sea realizado con justo accionar. Cuando en algún sector de la vida pública o privada se toma una decisión con transparencia o por lo menos diferente al diario vivir de inmediato surgen descargas de comentario en contra, creando en la mente de todos los dominicanos la duda de si no hubo tal transparencia, llenando todo el ambiente de una tensa humareda que nos regresa a esa duda.
Por qué hay un empeño colectivo de que nadie aparezca como persona o sector creíble en nuestra vida pública o privada?. Los que han creado ese ambiente de desconfianza buscan dañar la imagen de quienes lo hacen bien, para decir que es nuestro sistema o que es nuestra genética.
Hace una década arribé al país con todo el entusiasmo de contribuir a un verdadero cambio y adecentamiento de la vida pública y privada en nuestra nación y no he podido ver un solo día sin nubarrones en nuestro espacio, y cuando creemos que algo se ha realizado con la mejor intención explota una bomba de humo poniendo todo en duda. Y nos damos cuenta que son creada por los mismos que por muchas décadas han construido esas dudas y perdida de confianza en el país, y por eso escuchamos que muchos grupos dicen, solo se gana con fulano, solo mengano lo sabe hacer, solo perencejo le conviene a la nación, pero esos que lo dicen son de los que han estado cubriéndose bajo los nubarrones que cubren nuestra vista y no nos dejan ver lo que se hace bien y con transparencia…
Nuestra experiencia nos dice que de seguir nublado el panorama como hasta ahora, amaneceremos un día de estos alumbrandonos con las centellas que transmiten las ráfagas de las metralletas y los cohetes disparando a la ciega buscando el camino de la claridad de una nación que perdió la fe, la esperanza y la confianza en todos los actores públicos y privados, en todos sus ámbitos de la vida y que solo se vislumbran negros NUBARRONES.
