Por María Celsa Rodríguez
El Presidente Trump, fue muy claro en su discurso del Estado de la Unión, llamando a la unidad de la Nación:
«Aquí, en los Estados Unidos, estamos alarmados por los nuevos llamados a adoptar el socialismo en nuestro país. EE.UU. fue fundado sobre la libertad y la independencia, no coerción, dominación y control del Gobierno. Nacemos libres, y nos mantendremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que los Estados Unidos, nunca será un país socialista».
Sin embargo tiene a políticos como el ex Presidente Barak Obama, Hillary Clinton, el senador Bernie Sanders o la congresista por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que siguen una política socialista.
En una «encuesta realizada por The American Culture and Faith Institute (ACIF)» expone que «el 40 % de la población norteamericana» elige «el socialismo sobre el capitalismo». George Barna, dijo ante esta investigación que los resultados alarman por ser una «gran minoría», por lo que hay que tener precaución en ello. Esto indica que la tormenta socialista no solo sopla en el patio trasero también sopla internamente. Es más, un estudio de la Universidad Harvard, reveló que un 51 % de los menores de 30, no apoya al capitalismo, mientas se visten con las marcas más importantes del mercado y usan tecnología de calidad.
Mas allá de sus fronteras AMLO en México, con sus ideales chavistas y seguidor de Allende, pretende hundir al país azteca en el socialismo del siglo XXI. Sigilosamente y sin hacer tanto ruido va tomando medidas que se asimilan a la dinámica de Chávez, en sus primeros meses en la Presidencia de Venezuela. Quizás al ser un país petrolero se convierta en el proveedor de fondos para el Foro de Sao Paulo en que Morena, forma parte de los partidos de izquierda de Latinoamérica.
A unos pasos, Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde una política con planificación económica centralizada, violación a la propiedad y una economía con alta inflación, y regalía por la explotación de los recursos han conducido al caos, a la pobreza y al hambre mas extremo. La intimidación, la privación a la libertad, la tortura a los disidentes, la violación a los derechos humanos, y las angustias sanitarias llevan a las personas a sentir el abandono y el maltrato total por parte de los gobiernos.
El socialismo es un mal que ha carcomido la riqueza de latinoamérica, y que aún hay muchos levantando sus letales banderas, sin mirar los espejos de su crueldad. Otros ejemplos son Bolivia, Uruguay, Guatemala y Honduras.
Quizás ahora México, entenderá en carne propia cuanto se ha equivocado en elegir a Lopez Obrador (AMLO). Mas allá de los muros que levante Trump, en su fronteras, ellos han levantado sus propios muros internos, restándole límites a su libertad.
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile y Vicepresidente de la Fundación Latinoamérica Libre