Por Sin Reservas
Peña Gómez, volvio una ahuyama a Johnny Ventura, entregándole lo que no se ganó, la sindicatura del Distrito Nacional, y por supuesto no se podía esperar otra cosa, fue un fiasco.
Más adelante otro falsante, el narcisista Roberto Salcedo Gavilán, se agenció también esta posición, convirtiéndo la gestión sólo en publicidad, naturalmente a la cabeza su figura, dejando todos los problemas sin resolver, lo que le acarreó una vergonzosa derrota.
Tras esto, cualquiera se cree que puede ocupar la posición de «alcalde» que el ego de Salcedo Gavilán, lo llevó a cambiarse el nombre «síndico por el de alcalde», para parearse con los funcionarios norteamericanos que así se han denominado siempre. Más adelante le concedieron el título legalmente.
El productor de programa automovilístico, ahora enganchado a político, Hugo Beras, ha resuelto que si Ventrura y Salcedo, pasaron por ahí, él puede. Y promoviendo que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) lo asuma, a costa de Omar Guevara, Alejandro Montás y otros que optan por ser el candidato de ese partido, esta «tirao al medio» como se dice.
Y ha iniciado muy mal, queriéndose hacer el gracioso «no sabemos con quien» ha prometido que cuando el asuma, o sea que pareciéndose político, está afirmando que ya ganó, va a hacerle honor a Salcedo Gavilán, montando de nuevo el superado DESORDEN, que este dejó en los alrededores del Parque Iberoamérica, donde la paz y el sociego de residentes, clínicas, hospitales, iglesias, colegios, universidades, entre otros, se perdía, mientras ese caos, ese pandemónium operaba ahí.
Es lamentable escuchar semejante propuesta… No obstante los habitantes de los alrededores nos sentimos tranquilos, pues el Distrito Nacional, aunque estos se lo crean, no es estupido, para retroceder y salir de David Collado, que esta rescatando la capital.
Aunque también es cierto que estos «vivos» que se enganchan a la política, copian de lo que se ha venido dando en los candidatos «sin posibilidades de ganarle a nadie» dentro de su partido, que se lanzan a la candidatura presidencial para lograr una posición como senadores o diputados o para agenciarse 4 años más si ya lo son o para negociar una posición en el Poder Ejecutivo, si su partido lo logra; o se lanzan como senadores o diputados para buscar lograr la de alcaldes; o se lanzan como alcaldes para buscar una regiduría, que es el caso de Hugo Beras.
Ese es el lamentable accionar en que la política dominicana se ha venido desenvolviendo en los últimos 20 años.