Por Juan Tomás Valenzuela
Tuvo Dios, que de castigo,
mandarnos una sequía
para que por esta vía
le pongan freno al ungido,
que junto a esos dos bandidos,
el de Foresta y su hermano,
tán depredando a dos manos,
llanos, rios y cordilleras,
dando permiso a granceras
y a carboneros haitianos.
tuvo que ser un informe
de la gente de PlayGround,
lo que ponga en atención
a la gente de uniforme,
sobre este desastre enorme
de la quema de carbón,
que junto a la corrupción
que patrocina el ungido,
tienen al pueblo sumido
en la desesperación.
Tuvo Luis Abinader
que cojer pa’ Monte Cristi,
pa’que en ese pueblo triste
empiece un poco a llover.
Tuvo aqueste mudo infiel
que arrancar pa’Nueballol,
pa’que Dios, le haga el favor
a la línea noroeste,
de que le caiga agua en peste
y no los mate el calor.
Tuve yo que cogé el lápiz
y advertirle en un poema,
sobre este grave problema
a este ungido sanki panki.
El hambré de friquitaqui
de antiguos peledeistas,
aún no la pierden de vista
estos nuevos exponentes,
que dañan el medio ambiente
con esa hambre de agiotistas.
Juan de los Palotes
23 marzo 2019