Por José Luis de la Calva
(COREA DEL SUR, Asia).- Las autoridades de este país descubrieron una red delincuencial que operaba en más de 30 hoteles, donde tenían instaladas en sus habitaciones cámaras ocultas, para grabar a sus huespedes y comercializar los vídeos vía streaming a una web porno.
Dijeron que este sitio porno cuenta con más de 4 mil personas registradas, de los cuales alrededor de 100 pagan una cuota mensual de 50 dólares para acceder a estos vídeos en streaming, los cuales también se grababan para poderse ver posteriormente sin restricciones. Desde noviembre de 2018, esta web recaudó más de 6,000 dólares producto de este servicio.
La policía informó que en esta ocasión estaban operando en 42 habitaciones en hoteles de 10 ciudades. Y que han sido apresadas dos hombres y una pareja.
Señala la uniformada que no han encontrado indicios de que las compañías operadoras de los hoteles fueran cómplices de estas prácticas.
El Departamento de Investigación Cibernética de la Agencia Nacional de Policía de Corea, dijo las cámaras estaban ocultas dentro de televisores, enchufes y otros objetos, incluido el baño.
La policía también destaca que este no es el primer caso de cámaras espías en hoteles, pero sí es la primera vez que logran detectar a dónde van a parar los vídeos y cómo son usados. Y que está práctica es parte de una red ilegal de cámaras espías que a día de hoy cuenta con miles de clientes en Corea del Sur y otras partes del mundo.
Corea del Sur tiene un grave problema con las grabaciones ilegales.
Las autoridades surcoreanas se están viendo rebasadas ante el incremento de este tipo de práctica que consiste en la instalación de cámaras en sitios como baños públicos, autobuses, probadores de tiendas de ropa, debajo de escaleras, gimnasios y ahora en habitaciones de hotel. De acuerdo a las cifras, en 2010 se denunciaron 1,100 incidentes relacionados con grabaciones ilegales, pero en 2017 se superaron las 6,500 denuncias.
Ante esto, en 2017 se llevó a cabo una gran protesta donde más de 20,000 mujeres con máscaras y carteles que decían «Mi vida no es tu porno» se manifestaron para exigir seguridad, ya que el tema de las cámaras ocultas se estaba saliendo de control. Según The Korean Times, de los 140,880 delitos sexuales denunciados en los últimos cinco años en Corea del Sur, 26,654 están relacionados con algún tipo grabación ilegal.
La respuesta por parte del gobierno fue bloquear aquellos sitios web que ofrecen acceso a streaming de cámaras ocultas, así como la creación de una unidad especial conformada por mujeres, quienes se encargan de realizar inspecciones en aproximadamente 20,000 baños públicos de Seúl, en búsqueda de cámaras. Según la información, ya se está planteando ampliar las búsquedas hacia los colegios a partir de educación primaria.
Otra medida por parte del gobierno surcoreano fue regalar pegatinas para que las personas las colocarán en las cámaras de sus smartphones, lo que daba el mensaje de que no estaban grabando a otras personas sin su consentimiento. Está práctica se está volviendo común en al país y es realizada incluso por los mismos ciudadanos, atentando directamente contra la privacidad de las mujeres.
Todos estos esfuerzos por parte de las autoridades han sido criticados como «esfuerzos tibios e insuficientes» ante un problema social que sigue en aumento, y que no está ayudando a disuadir a las personas que realizan este tipo de grabaciones en público sin consentimiento.
Otro ejemplo, es el caso de la estrella K-pop Jung Joon-young, quien fue acusado de difundir vídeos de sus parejas sexuales sin su consentimiento, los cuales también habrían sido grabados de forma oculta. Este caso hizo que las ventas de detectores de cámaras se dispararan en un 333 %.
Con información de: Agencias