Por Juan Tomás Valenzuela
Llegó la Semana Santa
y el bisnieto de Nerón
invita a la reflexión,
tendiéndonos otra trampa.
Al frente de una volanta
sin reversas y sin frenos,
el hombre va como un trueno
tras la modificación,
que traiga otra reelección
bien cargada de veneno.
Le pide comedimiento
a este pueblo desvalido,
quien no ha sido comedido
para este tercer intento.
Vuelve otra vez con el cuento
del crecimiento económico,
aqueste insufrible cómico
con su cara de pendejo,
mientras nos brinda un consejo
ciertamente dicotomico.
Que fácil es pa’este pillo
pretenderse una vez más
si es quien lleva el antifáz
y quien los pasa el rodillo.
Nada más los de su anillo
disfrutan del crecimiento,
mientras nosotros atentos
solamente a las migajas,
él tá jugando baraja
apostando al otro intento.
En esta Santa Semana,
el rey de la corrupción
sigue con la pretensión
de enliar al de Villa Juana,
con la guardia pretoriana
que sirve a sus intereses,
poniendo a decir sandeces
a gente como Amarante,
quien ha dado un paso alante
para ir recogiendo reses.
El mensaje sacrosanto
de este bizco descarado,
es que sigamos confiados,
que él nos cubre con su manto.
Mientra el Manco de Lepanto
sigue humillando al león,
el otro bobalicón
que dirige la asamblea,
tá dispuesto a lo que sea
pa’imponer la reelección.
Juan de los Palotes
16 abril 2019