Por Washington Cabello
NEW YORK/GINEBRA.- Los escasos avances en materia de saneamiento amenazan con perjudicar la supervivencia infantil y los beneficios que aportan a la salud las ganancias derivadas del suministro de agua potable, según advierten la OMS y UNICEF en un informe que realiza un seguimiento del suministro de agua potable y saneamiento en contraste con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El informe sobre el Programa Conjunto de Monitoreo, Progresos en materia de saneamiento y agua: informe de actualización de 2015 y evaluación de los ODS, pone de manifiesto que una de cada tres personas de todo el mundo, el equivalente a 2,4 mil millones, todavía carecen de acceso a instalaciones de saneamiento, y que 946 millones de ellas defecan al aire libre.
“En realidad, estos datos muestran la necesidad de centrarnos en las desigualdades como única vía para lograr un progreso sostenible”, dijo Sanjay Wijesekera, jefe de programas mundiales sobre agua, saneamiento e higiene de UNICEF. “Hasta ahora, en todo el mundo ha ocurrido que los primeros en avanzar han sido siempre los más ricos y, solo cuando ellos han tenido acceso, los más pobres han empezado a seguir sus pasos. Si queremos obtener suministros de saneamiento a nivel universal para 2030, tenemos que garantizar que los más pobres comienzan a avanzar inmediatamente”.
El acceso a fuentes mejoradas de agua potable ha sido el mayor logro alcanzado por los países y la comunidad internacional. 2,6 mil millones de personas han obtenido suministros desde 1990, y un 91 por ciento de la población mundial goza ahora de agua potable de mejor calidad.
El número sigue creciendo. En el África subsahariana, por ejemplo, 427 millones de personas han obtenido acceso, lo que representa una media de 47.000 personas al día durante 25 años.
Los logros en materia de supervivencia infantil también han sido considerables. En la actualidad, menos de 1.000 niños menores de cinco años mueren diariamente a causa de la diarrea causada por agua, saneamiento e higiene inadecuadas, comparados a los más de 2.000 diarios de hace 15 años.
Por otro lado, el progreso en materia de saneamiento se ha visto entorpecido por la insuficiencia de las inversiones en campañas de concienciación, la falta de productos al alcance de los más pobres y las normas sociales que permiten e incluso fomentan la defecación al aire libre. Aunque unos 2,1 mil millones de personas han ganado acceso a saneamiento mejorado desde 1990, ha faltado llegar a unos 700 millones de personas para alcanzar la meta de los ODM.
En la actualidad, solo el 68 por ciento de la población mundial utiliza instalaciones de saneamiento mejoradas, 9 puntos porcentuales por debajo de la meta de los ODM del 77 por ciento.
“Hasta que todo el mundo no tenga acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas, la calidad de los suministros de agua se verá debilitada y mucha gente seguirá muriendo de enfermedades transmitidas por el agua”, declaró la Dra. Maria Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
El acceso a agua, saneamiento e higiene de buena calidad es esencial para la prevención y el cuidado de 16 de las 17 “enfermedades tropicales desatendidas” (ETD), entre las que se encuentran el tracoma, las helmintiasis transmitidas por el suelo (gusanos intestinales) y la esquistosomiasis.
Las ETD afectan a más de 1,5 mil millones de personas de 149 países, y causan ceguera, desfiguración, discapacidad permanente y muerte.
La práctica de defecación al aire libre está vinculada también a un riesgo mayor de padecer un retraso en el crecimiento (o malnutrición crónica), lo que afecta a 161 millones de niños de todo el mundo que sufren daños físicos y cognitivos irreversibles.
“Para acelerar el progreso en materia de saneamiento es esencial beneficiar la salud del ser humano, especialmente en zonas rurales y desatendidas”, añadió la Dra. Neira.
Las zonas rurales son el hogar de 7 de cada 10 personas que carecen de acceso a saneamiento mejorado y de 9 de cada 10 personas que defecan al aire libre.
Entre los planes diseñados por los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se presentarán en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, se encuentra el objetivo de eliminar la defecación al aire libre para el año 2030. Para ello, habría que duplicar las tasas actuales de reducción, especialmente en Asia meridional y África subsahariana, según estimaciones de la OMS y UNICEF.
Según la OMS y UNICEF, es de vital importancia aprender del proceso desigual que ha tenido lugar en el periodo 1990-2015 para garantizar que los nuevos ODS cubran las desigualdades y se consiga acceso universal a agua y saneamiento. Para ello, el mundo necesita:
• Datos desglosados que permitan localizar las poblaciones y las zonas con valores atípicos según las medias nacionales.
• Centrarse de manera decidida y particular en aquellos a los que es más difícil atender, especialmente las personas pobres que viven en zonas rurales.
• Tecnologías innovadoras y modelos con los que se consiga dotar a las comunidades pobres de soluciones de saneamiento sostenible por precios a su alcance.
• Una mayor atención al mejoramiento de la higiene en los hogares, las escuelas y las instalaciones de atención médica.