Por Juan Francisco Matos
La pírrica cantidad de dinero que recibe cada mes, el hacinamiento por la falta de espacio físico y la carencia especialistas en algunas ramas de la medicina, son tres de los males que mantienen navegando a la deriva al Hospital Regional Universitario Jaime Mota, los cuales de permanecer por más tiempo harán naufragar este centro asistencial.
Estas y otras dificultades impiden que el centro asistencial ofrezca un efectivo y eficiente servicio de salud a sus pacientes diseminados en los diferentes pueblos de Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia, que son las cuatro provincias que conforman la región Suroeste.
No obstante, el personal médico y paramédico, así como la dirección del Jaime Mota, representada por el doctor Santo Arsenio Beltré, hacen hasta lo imposible para atender humanamente, tanto a los pacientes internos como los que asisten diariamente a las diferentes salas de consultas externas.
Actualmente, según Beltré, al Jaime Mota le entran mensualmente 4 millones 100 pesos de cuya cantidad, 2 millones 400 mil, corresponden al subsidio que le otorga el gobierno y 1 millón 700 mil pesos, que la paga el Servicio Nacional de Salud (SeNaSa) por pacientes facturados en 30 días.
«De estos 4 millones 100 mil pesos, nos quitan la cantidad de 900 mil pesos por los medicamentos que nos suministra Promese y disponemos 650 mil pesos para la compra de medicinas cuando hacen falta para mantener activo nuestro centro de salud, para el pago de deuda interna, entre otras cosas», dijo.
Desde hace años sectores que hacen vida en el Suroeste reclaman de los gobiernos de turno que aumenten la cantidad del dinero que entregan al Jaime Mota por concepto del subsidio mensual, por tratarse de un centro de salud regional que ofrece servicio a casi medio millón de personas en esta zona, aparte de los haitianos procedentes de Haití y los que residen en esta demarcación territorial.
Los pacientes están apiñados en sus respectiva salas por la falta de espacio físico, por lo que hace unos cinco años que el gobierno dispuso la construcción y remodelación del hospital, pero hasta el momento no se sabe cuándo concluirán los trabajos, debido a que estos marchan con mucha lentitud, ante la mirada indiferente de las autoridades del Ministerio de Salud Pública, el Gobierno y la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), que tiene a cargo la importante obra.
Actualmente en el Jaime Mota hacen falta Hematólogos, Neurocirujanos, entre especialistas de otras ramas de la medicina.
Por su parte la comunidad barahonera abriga el temor de que cuando sean terminados dichos trabajos el actual subsidio mensual del centro asistencial no sea aumentado, ni designado los muchos especialistas que hacen falta.
«No se hace nada conque al hospital sea construido y remodeladas algunas áreas, si se mantiene igual el subsidio que el gobierno le entrega mensualmente, el cual en ocasiones tarda hasta dos y tres meses sin hacerse efectivo», dijeron comunitar.