Por Juan Grullón
No hay dudas de que entre todas las decisiones que ha tomado Danilo Medina, en su vida, esta ha sido la más acertada, ya que el aventurarse a complacer a un grupito de enemigos que tiene en su gobierno, era sencillamente un suicidio, tanto para él como para la República Dominicana.
Fueron tanto los «elogios» y epitetos utilizados para hacerle creer que como Jesús: «Antes de Cristo, ¡nada!», así también, Antes de Danilo, ¡nada!; o «Dios sobre todas las cosas», así como también, «Danilo sobre todas las cosas».
Así como emular el slogan «Balaguer sin tí, se hunde este País», cambiándole el nombre por el de Danilo.
En definitiva fueron tantas las lisonjas y las vainas que le lanzaron a Danilo, a ver si lo convencían de que él era un Dios, y que si no se presentaba se hundiría la República Dominicana. Que en el cielo Dios y aquí Danilo, o nos sobrevendría un diluvio. Que por en el país el señor presidente debe de ir otra vez. Hubo un sujeto que se atrevió a escribir que:
«Era una desilución que Danilo, no fuera a la reeleción por COMPLACER A SECTORES ANTINACIONALES E INDOLENTES DE LOS POBRES».
En fin vainas escuchamos pontíficar de estos falsantes. Veíamos y oíamos que solo le faltó solicitarle al Santo Padre Francisco, que canonizara a Danilo Medina.
Esos son mercaderes y advenedizos, que no les importa Danilo Medina, ni mucho menos el país, sólo buscaban llevarlo al suicidio con tal de ellos no despegarse de una ubre que ordeñan sin desmedro.
Pero gracias a Dios este (Danilo) no se dejó provocar, no se le incrusto de que él era el SUMO, y mantuvo la serenidad en todo momento y ha actuado de forma correcta.
El o los motivos, son mera especulaciones, pues solo él (Danilo) lo sabrá, pero lo cierto es que la decisión se la achacan a:
Que no pudieron convencer y comprar los legisladores que les faltaban, como ocurrió en el año 2015.
Que a la radicalización de un sinnúmero de diputados, como Henry Merán y el del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Elías Báez, que advirtió que si someten la reforma en la Cámara de Diputados, habrá trompaá y patá y computadora volando por lo aires.
Que a los caso de corrupción, especialmente el de Odebrecht.
Que a la revelación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, a través de El Informe con Alícia Ortega, sobre pagos secretos que contaminan la licitación de Punta Catalina.
Que contaban con los votos de Hipólito Mejía, pero que a última hora tampoco llegaron a ponerse de acuerdo, hasta el punto de que Hipólito, saco los pies y se retracto, luego de haber implícitamente enviado a sus diputados a votar por el cambio de la Constitución.
Que la posición radicalizada del Presidente Leonel Fernández, de no dejarse joder por ese grupo de advenedizos y negociantes, que lo buscaban a costa del suicidio de Danilo.
Que aunque tiene mayoría en el mal llamado Comité Político, quienes ocupan las más altas posiciones en el Estado y lo empujaban a suicidarse, Danilo, entendió que la mayoría real está en el pueblo y no en los 22, y que más del 70 % de ese pueblo venía diciendo que no, y precisamente hoy los resultados de Asisa, determinaron que el 77 % rechaza se modifique la Constitución, para la reelección de Danilo Medina.
Que a la llamada del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo. y
Hasta han llegado a decir que el presidente Medina, se vio en el espejo de lo que pasa actualmente en Puerto Rico, e hizo suya la frace: «Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar».
Estas razones que hemos enumerados y otras que puedan surgir, son las que se comentan por doquier.
El presidente Danilo Medina, ha actuado con sensatez ante las provocaciones de enemigos, principalmente de enquistados en su gobierno, en ministerios y direcciones, como por ejemplo Roberto Rodríguez Marchena y el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, que era el principal empujador de la muerte del presidente.
Pero aunque la ciudadanía tenga razón o no, al aseverar estas razones, lo cierto es que:
«Danilo no se suicidó»