Por Juan Tomás Valenzuela
De daños considerables
definió el Dr. Castaños,
el fuego realmente extraño
en la Junta de Notables.
Hablando con gesto Amable
cual quien lo agobia la culpa,
César pidió una disculpa
por el caso acontecido,
y aunque se siente abatido,
el pueblo cree que se inculpa.
La quema del almacén
o Unidad de Inspectoría,
sorprendió a la mayoría
más no así a este comejen.
Creo que fue con Kerosene
que hicieron la fullería,
pues el humo que subía
por aquella chimenea,
no era aceite, no era brea,
ni era un fallo de energía.
Reveló César Castaños
que la falla en catenaria
no afectaría las primarias,
ya que aquel fueguito extraño,
nomas llego a hacerle daño
a una imprenta ya en desuso,
a documentos confusos
de cuando Rosario Márquez,
a dos retratos de Duarte
y a escáneres multiuso.
Se quemó una cafetera,
una máquina Olivetti,
unas crónicas de yeti,
tres plasmas y una nevera.
Lo que no lográn que ardiera
en la Junta Electoral,
fue la factura fiscal
de la compra de impresoras,
con la que Castaño, ahora
nos pretende engatusar.
Otra cosa que está ardiendo
es la absurda reelección
de este ungido cachetón
y quienes lo están siguiendo.
Danilo, se va muriendo
en esta vuelta maroma.
Y otro que con él se embroma
es don Gonzalo Castillo,
además del otro pillo
que ruye como carcoma.
Juan de los Palotes
22 julio 2019