Por Juan Tomás Valenzuela
Mientras por falta de pruebas
despacharon a Dotel,
al verdadero jurel
solo le tienen la jeva.
Nueva vez fallan las pruebas
que llevó el Procurador.
Mientras el Abusador
se anda paseando por Villa,
quien remoja la barbilla
es Chuqui el “bautizador”.
Dizque avistaron a César
en la finca de un cantor,
vestido de agricultor,
bregando con la maleza.
El cuñao de Berlinesa,
la comadre del ungido,
se vio de lo más tranquilo
dirigiendo una cuadrilla,
donde un negro qué hay en Villa,
que es del coro de Danilo.
Se comenta que Don César
(como le dice el Ateo)
está esperando el baqueo
igual que un perro de presa.
Como él no se come esa
de entregarse a los de aquí,
porque dicen que un güangüí
le están armando la gente,
que junto a él y al presidente
comían langosta y lambí.
Dicen que él está escondido
cerca de Villa Altagracia,
por orden y verbigracia
de la comai del ungido.
El hombre, que ya había huido
otras veces de la ley,
anda en un Porsche mamey
con transmisión sin palanca,
de un brujo de capa blanca
que vive en Torre CANEY.
Se comenta que el nombrado
César el Abusador,
es de opinión, que es peor
el quedarse aquí enganchando,
que llevarlo deportado
a una corte norteamericana,
como ya han ido otros panas,
como Nin y Toño Leña,
porque si allá le dan seña…
aquí le darían macana.
Juan de los Palotes
30 agosto 2019