Por Juan Tomás Valenzuela
Marino anda con las pruebas
que implicarían a Gonzalo,
al procuradorcito malo,
a Danilo y a su jeva.
A los de la banda Ameba,
a Pagán el de la OISOE,
al Partido que corroe
los fondos desde el Estado,
al periodismo amañado
y a todo el que no se incoe.
Quien no apoye la denuncia
que hace Marino esta vez,
ya sea fiscal o sea juez
o el que forzó su renuncia,
o hasta el mismito que anuncia
las faltas y no somete
lo que revela Zapete
con documentos en mano,
hay que majarle los…
o amarrarlo con grilletes.
Quien se haga la vista gorda
de este robo descarado
debe ser llevado a estrado
junto con la prensa sorda.
Si la oposición no aborda
la denuncia de esta estafa,
yo me quedaré en mi casa
y no haré proselitismo,
pues sería más de lo mismo
caer del sartén a las brazas.
Dar mil 200 millones
a una simple secretaria,
con educación primaria
pero con bellos melones,
mueve a severas acciones,
tanto de la oposición,
o alguna organización
que vele por el futuro,
o perderemos seguro
de este clan de corrupción.
Si nos quedamos callados
ante estas graves denuncias
y ninguno se pronuncia
sobre este crimen de Estado,
estaremos desahuciados
ante una nueva embestida.
¿Y de que vale la vida
pá quien no tiene el valor
de enfrentar al corruptor
de la manera debida?.
Juan de los Palotes
28 septiembre 2019