Por Juan Tomás Valenzuela
El presidente Medina
le pidió a Felipe VI
que le ayude en el proyecto
de forestar la colina.
Ya él había hablado con China
acerca del mismo tema,
y allí le metió la enema
al presidente Jìnpíng,
quien le creyó al malandrín
y está metido en problemas.
De los 600 millones
que Jìnpíng le dió al ungido,
el chín que le ha devolvido
es en yuca y molondrones.
Incluso, envío dos ladrones
a China, de embajadores,
pá que si los acreedores
se dan cuenta del engaño,
culpen a César Castaños
de gastarlo en auditores.
Jìnpíng tá metío al medio,
y ahora el bizco malamaña,
lleva el mismo truco a España
a ver qué hay por esos predios.
Si no le buscan remedio
a este afán de endeudamiento,
yo les voy a hacer un cuento
cuando llegue Abinader
y no encuentre ná que hacer
por falta e’financiamiento.
Este ungido malandrino
fue a hablar de cambio climático
con un discurso dramático
al continente vecino.
Habló de sembrar de pinos
desde la bahía de Ocoa,
hasta la mina de Alcoa
que está allá, por Pedernales,
y llevar esos pinales
al mismo Jarabacoa.
Si en verdá este malandrín,
convence a Felipe VI
con el truco deshonesto
que convenció a Xi Jìnpíng,
de esta vuelta, hasta Pepín
vá a quedar fuera e’combate,
cuando sepan que este cuate
de conducta lisonjera,
va a sembrar su cordillera
de lechosa y aguacate.
Juan de los Palotes
6 diciembre 2019