Por Juan Tomás Valenzuela
Marino, cerráo a banda,
se negó a cualquier acuerdo
con Maybeth y los dos lerdos
que entablaron la demanda.
En esta segunda tanda,
en búsqueda de un convenio,
ninguno de estos tres genios
se apareció por la audiencia,
algunos creen, por vergüenza,
otros creen que por apremio.
Allí estuvo con Zapete
la casta del periodismo.
No el que comercia cinísmo,
como Julio Peterete,
ni aquel enano zoquete
que le sirve de lambón
al señor Ángel Rondón’
a Diandino, a Joáo,
a Quirino y al cuñáo
de este ungido cachetón.
Yo a quien vi fue a Alicia Ortega
acompañando a Huchi Lora,
(No fue la hija de La Tora
porque andaba en otra brega)
Y apoyando a su colega,
fueron Edith y Patricia,
la reina de la Primicia,
Nuria y Miriam Germán,
también Amelia Dechamps,
todas buscando justicia.
Quien no hizo acto de presencia
en el respaldo a Marino,
fue el hijo de aquel cretino
que murió en la decadencia.
El que vendió su conciencia
por un puesto en la Embajada.
Y que ya se fue sin nada
pál hoyo de Lucifer,
donde entiendo, que va a arder
como carne chamuscada.
Tras el tranque con Zapete,
el lío se fue pá lo hondo,
pues se mando a Jucio a Fondo
el match con esta tolete.
Y aunque aún el par de zoquetes
que defienden a esa zorra,
no han enseñado la gorra
en esta conciliación,
los tres, en esta ocasión,
se pueden ir pá la porra.
La defensa de Maybeth
buscaba en esta jugada
que este man se retractara,
pero no se va a podé.
Vamos a ver “que lo que”
el 24 de enero.
Y ese par de gavilleros
que defienden a esta loca,
que sepan que estamos moscas,
listos pa’ armá un reperpero.
Juan de los Palotes
19 diciembre 2019