Por Juan Tomás Valenzuela
En la Jeepeta de un cabo
de la Marina de Guerra
fue que vieron a esta…
llenarla de cabo a rabo,
con las cajas que estos vagos
compraron con mis impuestos,
junto a un mudo deshonesto
que se lleva en corrupción,
los fondos que la nación
junta para otros aprestos.
Se comenta en los corrillos
que el que dice “peicecion”
es el maldito ladrón
que maneja este “cepillo”.
Si ese casco de novillo
es dueño de esta jeepeta,
debemos darle cajeta
por feibu y por Instagram,
a ese puerco charlatán
que tanto ha dado carpeta.
Yo no dudo que estas cajas
sean las mismitas que ayer,
un maldito Coronel
diera sus tropas de baja.
Y ver ahora a esta caraja
atiborrar la jeepeta,
de un hampón que estaría a dieta,
si no fuera por la angurria
que ya le está dando churria
a esta maldiga mofeta.
Cuando el hambre está en los huesos
no se quita con comida
y la imagen deslucida
del peledeísmo avieso,
igual que el ratón al queso
se le lanza a los recursos,
aprovechando el concurso
de las fiestas navideñas,
para jalar por la greñas
todo lo que sea recurso.
Juan de los Palotes
28 diciembre 2019