Por Juan Tomás Valenzuela
Este viernes dió comienzo,
por fin, la audiencia sumaria
entre Zapete y los parias
que se ocultan tras el lienzo
de este corruptor inmenso
al que llaman “El Ungido”.
Y aunque es más que consabido
que no podrán con Marino,
no dudo que aquel cretino
quiera hacer algo indebido.
A la audiencia se hizo eco
la prensa dominicana,
pero ni Alain ni su hermana
fueron ni de recoveco.
Tampoco estuvo el muñeco
lenguaráz y testarudo,
que usa el ventrílocuo mudo
en su obra: “Sangre Nueva”,
una obra que conlleva,
hacerle a la prensa un nudo.
La audiencia estuvo repleta
de cronistas solidarios
con el noble temerario
que hay sentado en la banqueta.
Pero aunque no fue secreta
la audiencia contra Marino,
les cerraron el camino
a toda la multitud,
que fue allí, a solicitud
del periodismo genuino.
Solo Juan Bolivar Díaz
y el periodista Huchi Lora,
pudieron ver como implora
la defenza de está arpía,
que obtuvo gran bonhomía
en el trasiego de ilícitos.
Y ante un Marino, solícito
que ha exigido cuentas claras,
el pueblo les da en la cara
para que sean más explícitos.
Aunque el juez de la querella
rechazó el banco de pruebas,
ni el ungido, ni su gleba,
lograrán librarse de ellas.
No hay como tapar las huellas
del desfalco descarado,
que están haciendo al Estado
con el apoyo irrestricto,
de fiscales, de convictos
y un juez malintencionado.
Juan de los Palotes
24 enero 2020