Por Juan Tomás Valenzuela
Si Reinaldo Pared Pérez
se le apea de la carroza,
podría agriarseles la cosa
al Penco y su consigliere.
No le valdrán los enseres
que reparte el Plan Social,
ni la ingesta de Brugal
que dan a sus seguidores,
ni el cúmulo de “favores”
a la prensa nacional.
No les valdrán las canastas
que le dieron a Anibelka,
ni a Consuelo, la otra 🐷
que priva en cándida y casta.
Pues si en verdad, no les basta
la salida de Leonel,
ahora si se va a joder
ese ungido mentecato
y el icónico aparato
con que sustenta el poder.
Si ahora se les va Pechito,
se les va a joder el plan
de quedarse donde están
más de lo que duró Elito.
Ni el mismito Quirinito
que vuelva del más allá,
ni Alvarito, ni el Pachá,
ni Julio Martínez Pozo,
lograrán que este azaroso
se quede con el maná.
Si ahora se les va Reinaldo,
como supone su esposa,
la caída estrepitosa
de este zopenco bastardo,
no la parará resguardo
ni brujería sanjuanera.
Se quedará en la gatera
ese Caballo de Troya,
que el mudo hijuelacebolla
exhibe en su cartelera.
Con este eventual retiro,
como dice Ingrid Mendoza,
ni la vice pretenciosa
podría salvar al ungido.
Ese Penco malparido
que no acaba de arrancar,
tendrán que tirarlo al mar
junto a los televisores
que dan a los electores
para intentarse quedar.
Juan de los Palotes
12 febrero 2020