Por Ana María Ureña
Estos grupos de facinerosos y lacayos insisten en presentarse como los salvavidas de un fraude electoral del cual ellos son cómplices, y que se llevó de encuentro las elecciones municipales.
No sabemos quien les dijo a estos falsantes que ellos me representan, por que lo que está pasando es asunto político-delincuencial, no empresarial, y debe ser resuelto simplemente con la Junta Central Electoral aplicar la ley, en coordinación con los que sí me representan, que son los partidos políticos.
Pedro Brache, que encabeza el Conep, lo que debe explicar es que pasó, pues dicen que tuvo mucho que ver con la quiebra de la empresa de lácteo, para agenciarse el monopolio de la importación y con el «contratito» que tiene con el Ministerio de Educación, para sólo referirnos a él como cabeza de los cómplices de lo que hoy padecemos.
Por la parte de Agripino Nuñez Collado, últimamente conocido como «Agripino -Punta Catalina-Odebrecht-Grupo Estrella», lo primero es que continuando jodiendo en el medio, le hace más daño a nuestra Iglesia, que lo que hasta hoy le ha hecho.
Señor Punta Catalina, quédese donde estaba, que ya usted no nos va a continuar engañando, todos sabemos lo suyo, que sólo viene actuando a fevor de sus intereses y el de los bandidos empresarios que se han apandillados al lado del gobierno, para hacer sus negociasos sin ningún escrúpulo.
Así pues, dejen de joder el parto, para que no terminen de asesinar la criatura, que está moribunda, y si llega a morir ustedes no se sabe donde iran a parar con sus empresas y fortunas (la gran mayoría conseguida con malas artes).