Por Juan Tomás Valenzuela
En el medio de esta crisis
en que el consumo del gas
se dispara mucho más
que los cañones del ISIS,
Danilo, apuesta a la tisis
y al desgaste pulmonar,
creyendo que si este mal
se convierte en emergencia,
él, fácilmente se agencia
“otro triunfo electoral”
El manejo irresponsable
de esta grave situación,
el bocinerio lambón,
criminal y destestable,
y este peluquín de Amable
en la foto de campaña,
sin mencionar las cizañas
de los lambones de Hoy Mismo,
nos llevarán al abismo,
si es que el virus no nos daña.
Cuando más es necesaria
toda solidaridad,
ese engendro de maldad,
valiéndose de estos parias,
gana sumas millonarias
elevando el gas licuado.
Ya que un pueblo confinado
a la estrechez de su hogar,
va a tener que cocinar,
o va a morir desahuciado.
Subir el precio del gas
en medio de ésta emergencia,
es un acto de indolencia
de este ñú saltapatrás.
Hasta el mismo Barrabas,
al llegarle el agua al cuello,
sintió en su pecho un destello
de amor hacia el desvalido
y aquí, este maldito ungido,
continúa con su atropello.
Hasta las “manitas limpias”
que está dando el ministerio,
llevan, sin ningún criterio,
la imagen del Dios de Olimpia.
Y con la carita limpia
que sale la vice infiel,
en un retrato en el gel
con su penca dentadura,
promoviendo una figura,
que traicionó hasta a Leonel.
Juan de los Palotes
22 marzo 2020